Foto: Archivo/Síntesis
El albergue para migrantes La Sagrada Familia ha recibido a un aproximado de 400 migrantes en lo que va del año, lo que representa el mismo flujo migratorio observado en el primer bimestre de 2016.
De acuerdo a Karen Vázquez Juárez, administradora del albergue, el periodo del año 2017 en el que menos flujo migrante se ha registrado en Apizaco han sido las primeras dos semanas de enero aunque a partir de la tercera, el paso de personas ha ido creciendo.
Explicó que en cada inicio de año los primeros dos meses es relativamente baja la presencia de migrantes en el albergue de Apizaco, aunque a partir de marzo comienza a incrementar su llegada.
La mayor afluencia de migrantes la representan aquellos de origen hondureño, aunque también llegan de Nicaragua, Guatemala, El Salvador, y hasta de Cuba.
Karen Vázquez Juárez remarcó que pese al flujo migrante que hasta ahora se ha registrado en el albergue La Sagrada Familia, aún no se ha observado la llegada de alguna mujer o menores de edad, pues prácticamente todos han sido jóvenes, adolescentes y personas mayores del sexo masculino.
Cuestionada sobre el sentir del migrante en su paso por Tlaxcala y a partir de las nuevas políticas migratorias en Estados Unidos, la administradora del albergue señaló que no han existido casos en los que evidencien temor por llegar al vecino país y ser deportados.
Es más, remarcó que muchos mantienen la esperanza de llegar, quedarse en Estados Unidos y en caso de ser deportados, regresar en un segundo intento.
Incluso, existen casos en los que los migrantes centroamericanos no buscan precisamente llegar a la Unión Americana, sino establecerse en algunos estados del norte mexicano para buscar un empleo, particularmente en Nuevo León.
En lo que respecta a percances ocurridos entre la comunidad migrante que pasa por territorio tlaxcalteca, detalló que ha sido poca la incidencia pues únicamente se han registrado caídas del ferrocarril o golpes con los postes instalados a lo largo de las vías férreas.
Sin embargo, añadió que el fenómeno del robo a migrantes a bordo del ferrocarril en algunos casos por presuntos custodios de Ferrosur, prolifera en el territorio estatal.