Cada año en Puebla se gradúan alrededor de 20 mil jóvenes de las más de 300 universidades públicas en la entidad, que colocan al estado como el segundo con mayor oferta educativa, no obstante, de ese número muchos se quedan en el camino por obtener el título profesional.
Una de las trabas por las que los profesionistas desestiman el tener el documento con que se hace constar la obtención del grado, es por la falta de recursos económicos para su pago y ante la diversificación de opciones –a veces complicada- que existía para la obtención.
A decir de Ignacio Alvízar Linares subsecretario de Educación Superior en Puebla, en la entidad existe un rezago importante de profesionistas sin título, y aunque desconoció el número exacto, aseguró que se les está solicitando a todas las Instituciones de Educación Superior a documentar “el tamaño del rezago”.
“No podemos permitir que nuestros estudiantes sigan sin su título profesional”.
Y es que según informó a Síntesis, el 99 por ciento de los casos de titulación recaía en solo cuatro maneras: elaboración de tesis, con sustentación de examen profesional en defensa de la misma; memoria de experiencia profesional, con sustentación de examen en defensa de la misma; escolaridad por promedio mínimo general de nueve punto cero (9.0); y obtención por estudios de Maestría.
“De tal manera que está comprobado que estas son las formas de titulación adecuada, son las que más se ajustan a la comunidad universitaria”, aseguró.
Ante ello, el funcionario estatal dijo que de las 10 maneras que existían para titularse, se redujeron a cuatro.
Explicó que las otras formas (Elaboración de un libro de texto, con sustentación de examen profesional en defensa de su trabajo; Elaboración de material didáctico multimedia, con sustentación de examen profesional en defensa de su trabajo; Elaboración de un curso didáctico, con sustentación de examen profesional en defensa de su trabajo; Elaboración de un manual de prácticas de laboratorio, con sustentación de examen profesional en defensa de su trabajo; Sustentación de examen general de conocimiento; y Elaboración de un proyecto final del programa académico con sustentación de examen profesional) no las utilizaban porque era verdaderamente complicado.
“Por ejemplo, una de ellas era elaboración de un libro de texto; evidentemente es muy complejo hacer un libro y pasar por todos los canales de autorización. Esa forma de titulación nadie la utilizaba, entonces no tenía ningún sentido tenerla como una forma de titulación. Parecía un obstáculo”, matizó.
Pero otro de los escenarios que también contribuyen a que los profesionistas no se interesen por lograr el título, es que cuando entran a laborar a alguna empresa, la misma no les exigen el documento, simplemente los respaldan con la carta pasante, sus conocimientos universitarios y/o experiencia.
“Sin embargo, siempre será una herramienta buena que el joven le muestre a la empresa sus conocimientos, habilidades, pero que siempre estén respaldados. Es cierto que en algunas empresas no llegan a pedir el papel oficial, pero en la mayoría de los casos sí lo hace”, apuntó Ignacio Alvízar.
Pergamino o cartulina
De acuerdo con el subsecretario de la SEP, anteriormente también, se presentaba desinterés de los jóvenes por lograr el título ante el tiempo -entre 2 y 6 años- que tenían que esperar para recibirlo.
Ese periodo se debía a que el documento se tenía que imprimir forzosamente en un pergamino, “un papel muy bonito y artesanal”, pero muy difícil de elaborar.
Ahora, en esta nueva temporada 2017 se está ofreciendo dos maneras de titulación: pergamino (para quienes gustes ese sistema, aunque dilate más; o papel cartulina, mucho más manejable y más rápido.
“Esto hará que aumente la velocidad de titulación”.
¿Cuánto cuesta un título?
Aunque depende de la administración de cada universidad y sus reglas internas, un egresado debe desembolsar en promedio la cantidad de 12 mil pesos por el derecho de titulación.
“Nosotros pensamos que en promedio una titulación de licenciatura está constando 12 mil pesos y en algunos casos puede variar, puede ser más o menos”, sentenció Ignacio Alvízar Linares