Barcelona.- Karim Benzema puso el fútbol y un gol, Cristiano Ronaldo las asistencias, y el Real Madrid logró este sábado una sufrida victoria 2-1 sobre el Athletic de Bilbao para ampliar a cinco puntos su ventaja sobre el Barcelona en la cima de la liga española.
Los blancos lideran la clasificación con 65 puntos por los 60 del Barsa, que recibe el domingo al Valencia al cierre de la 28va fecha, y con la presión añadida del partido pendiente de programación del Madrid con el Celta de Vigo, aplazado en su día.
«Estamos en la recta final y la victoria antes del parón por partidos de selecciones es importante, pero no pensamos en los puntos de ventaja. Solo en sumar», declaró el lateral Marcelo.
El tercero, Sevilla (57), visita al cuarto, Atlético (52), también en la jornada dominical.
El conjunto de Zinedine Zidane se apoyó en una gran actuación de Benzema, quien abrió el marcador a los 25 minutos en cancha del Athletic, derrotado de local por primera vez en liga desde agosto, cuando se le impuso el Barsa por la segunda fecha.
Cristiano asistió en el gol del francés y también en el segundo de Carlos Casemiro (68), después de que los bilbaínos igualaran transitoriamente por vía de Aritz Aduriz (65).
El cuadro rojiblanco quedó con 44 unidades en el séptimo lugar, seguido de Eibar y Espanyol, quienes firmaron un empate por 1-1 al arranque de la jornada.
Eibar, octavo con 41 unidades, se adelantó con un gol de Kike a los 20 minutos, y José Manuel Jurado empató por el Espanyol a los 50. El conjunto «periquito» está un puesto debajo del equipo vasco, con un punto menos, y perdió por lesión al central costarricense Óscar Duarte.
Ambos conjuntos aspiran a alcanzar el quinto o sexto lugar, los dos puestos que clasifican a la próxima Liga Europa, y que actualmente ocupan Villarreal y la Real Sociedad, respectivamente, con 48 puntos cada uno.
El séptimo también supondría un boleto continental, en caso de ganar el Barsa al Alavés en la final de la Copa del Rey.
La programación se completa a continuación con la visita de la Real al Alavés, más el cotejo Betis-Osasuna.
El choque en Bilbao fue bronco, pero decidió la finura de Benzema en favor del Madrid, que disfrutó de la mejor versión del francés, asociativo fuera del área y finalizador de cara a gol.
El Athletic, valiente en el inicio, pudo adelantarse en volea algo forzada de Raúl García, que interceptó el costarricense Neylor Navas, pero pasó pronto a priorizar la refriega cuerpo a cuerpo de Aduriz que el toque de su mediocampo y velocidad por las bandas.
En ese escenario creció Casemiro por el Madrid, siempre atento en la recuperación de la pelota y clarividente en la distribución, con apoyo constante de Luka Modric y Toni Kroos.
Los locales lograron limitar la influencia del retornado Gareth Bale por la banda derecha, pero Benzema se movió con soltura entre líneas y encontró a Cristiano para que el portugués obligara a la primera parada de Kepa Arrizabalaga con un remate cruzado.
Avisó también por vía aérea Sergio Ramos a balón parado, y finalmente Benzema cantó diana con un toque suave de primeras, que agarró a contrapié al arquero. La asistencia rasa y horizontal de Cristiano partió de un balón largo de Casemiro a la espalda de la zaga bilbaína, que había iniciado la transición hacia la cancha contraria.
El descanso le sentó de maravilla al Athletic, que se lanzó de inmediato al abordaje con un testarazo de Aduriz a manos de Navas y activó súbitamente a Iñaki Williams, dinámico en sus llegadas al área y autor de un disparo de primeras, bien sacado por el «tico».
Pero el extremo se prodigó también por banda derecha, castigando a Marcelo, y centró una pelota que Raúl García orientó para Aduriz, oportunista al cabecear en boca de gol.
Rugió el estadio San Mamés, pero se levantó entonces más que nadie Cristiano para peinar un saque de esquina hacia Casemiro, quien empujó con sangre fría desde el área chica.
Pudo ampliar el portugués tras una buena maniobra de Benzema, pero se le adelantó la defensa local y Williams, siempre vertical, insistió en el área contraria con un zapatazo angulado al cuerpo de Navas.
Zidane relevó a Cristiano y entró Isco Alarcón para templar el partido, objetivo que cumplió el Madrid con la solvencia propia de quien mira por encima del hombro a sus perseguidores.