Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco imploró hoy perdón por las omisiones de la Iglesia y el rol de muchos de sus miembros que “cedieron al odio”, en el genocidio de los tutsi en Ruanda que dejó más de 500 mil muertos.

Manifestó su “profundo dolor” por las consecuencias de aquellos “trágicos acontecimientos”, durante una audiencia privada con el actual presidente de ese país africano, Paul Kagame, en el Palacio Apostólico del Vaticano.

En el encuentro, también expresó solidaridad a las víctimas y a cuantos continúan sufriendo, además de renovar la imploración de perdón a Dios por los pecados de los sacerdotes, religiosos y religiosas que cayeron en la violencia, “traicionando la propia misión evangélica”.

“El Papa también auguró que tal humilde reconocimiento de las omisiones cometidas en aquella circunstancia, las cuales, por desgracia, desfiguraron el rostro de la Iglesia, contribuya a purificar la memoria”, indicó la sala de prensa de la Santa Sede.

Agregó que Jorge Mario Bergoglio espera que la solicitud de perdón ayude a promover, con esperanza y renovada confianza, un futuro de paz, dejando en claro que es concretamente posible vivir y trabajar juntos cuando se pone en el centro la dignidad de la persona humana y el bien común.

Más de medio millón de personas perdieron la vida en 1994 durante el genocidio de Ruanda, durante el cual la mayoría étnica hutu eliminó el 75 por ciento de la minoría tutsi.

En la audiencia, el Papa apreció el “notable” camino de recuperación de la estabilidad social, política y económica del país africano, además de destacar la colaboración entre el Estado y la Iglesia local en la obra de reconciliación nacional y de consolidación de la paz.

Luego, ambos intercambiaron opiniones sobre la situación política y social de la región, con un particular foco en algunas áreas golpeadas por conflictos o calamidades naturales.

Asimismo, el pontífice expresó su preocupación por el número de refugiados y de migrantes necesitados de la asistencia y del apoyo de la comunidad internacional y de los organismos regionales.

Tras despedirse del líder católico, el presidente Kagame se reunió –también en privado- con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.