Foto: Joaquín Sanluis
A pesar de las zancadillas que ha sufrido y que han sido propiciadas por hombres del mundo taurino, la matadora “Hilda Tenorio” impacta cuando sale al ruedo y sortea por igual con toros, más grandes que ella, una mujer que se “dobla pero no se rompe” y si cae se vuelve a levantar.
Escalar en el mundo taurino se torna más difícil y tenso pero tiene toda lógica cuando lo que se juega es la vida, también donde se gana dinero si uno triunfa y si la suerte le favorece.
A sus 30 años, Hilda Eliana Tenorio Patillo es considerada por los especialistas como la mejor taurina en la historia universal, la matadora que sortea parejo al toro pero no es producto de la casualidad, ella práctica horas y alimenta el espíritu para expresarse verbalmente y físicamente en el ruedo.
En entrevista habla sobre los muchos intereses que existen de por medio, sobre las zancadillas que se ponen los hombres, las trampas más cochinas y en sentido figurado de llegar hasta matar por triunfar o sobresalir.
“Siendo mujer, imagínate que tanto le duele el orgullo a un hombre de que una mujer le gane, y más en una profesión donde erróneamente la costumbre o la idea de que el más valiente es el más macho, les pegas realmente en su ego y les duele”.
Cuando tenía 13 años no visualizaba alguna forma de discriminación de género pero en la ciudad de Morelia en Michoacán le quitaron un cartel, porque uno de los niños no alternaba con niñas, algo que tomó como una forma infantil e inocente.
Ahora, con el conocimiento más claro sobre la falta de equidad entre hombres y mujeres siente más feo por las actitudes de ciertas personas, de quienes buscan que no tenga posibilidades de seguir adelante.
Muchas veces ha pensado en desistir y dejarlo todo pero desde muy pequeña encontró el apoyo de otros matadores y ganaderos que creyeron en su carrera, de gente que la impulsa a no dejarse vencer.
“Muchas veces me doblo pero no me rompo, cuando he estado a punto de dejar todo hay muchas personas que me alientan a seguir, por ejemplo, Julio Téllez en su programa dijo que era la mejor taurina en la historia universal, conceptos y opiniones que me dan fuerza de la gente que sabe tanto. Son cosas que me alienta y si caigo me levanto, es una lucecita que nos empuja”.
Para Hilda Tenorio la principal cualidad que se necesita es tener la afición por que conlleva por añadidura a la disciplina, el tesón, el valor y la seguridad de saber hacer las cosas.
Su día comienza a las seis de la mañana para dirigirse al deportivo y correr 5 kilómetros, después de realizar ejercicios de estiramiento pasa el área de gimnasio, luego practica acondicionamiento físico y termina con nado.
Después de desayunar practica espejeo hasta dos horas porque se imagina al toro acercándose despacito, aunque no deja de realizar sus actividades personales como leer, ya por la tarde entrena con otros jóvenes las embestidas y colocación de banderillas.
Así que sus satisfacciones son muchas, por ejemplo, cuando el público le reconoce, sobre todo los profesionales de que ella es una torera que puede, por eso entrena tanto porque se exige mucho en el ruedo y esa es la manera de ganar.
“Lo que impacta de mí, es que soy muy chaparrita (1.58) y peso 49 kilos, entonces, a la hora que estoy frente al toro impacta, a veces los toros son de mi estatura y que sorteo al parejo con los hombres, pero también es lo que me reconocen muchos de mis compañeros que me han apoyado, he podido y soy profesional”.