En desastre de credibilidad concluyen los primeros dos meses de Donald Trump al frente del gobierno estadounidense, indicó doctor Werner Voigt, después de que el director del FBI, James Comey, informó que a él y a su equipo se le investiga por la posibilidad de haber truqueado las elecciones.

El académico e investigador de la Facultad de Comercio Internacional de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) señaló que esta crisis de credibilidad inició desde el mismo día de la envestidura del empresario como presidente, pues unos momentos después de su juramento.

Afirmó que la asistencia del pueblo al acto fue la más grande en la historia del país y esa fue su primer mentira como presidente, porque la evidencia fotográfica mostró la realidad, “esa fue su primera derrota de credibilidad”, dijo el académico.

Al día siguiente, 4 millones de personas a nivel mundial se manifestaron en enormes mítines contra su presidencia, de esa cantidad, medio millón estuvo en Washington y “él inmediatamente crítico a los medios de comunicación por falsificar reportes, por empezar una guerra publicitaria contra él y su presidencia”. Ese fue otro error.

Más tarde, el 23 de enero, empezó su campaña contra México, rememoró Voigt, ese día recibió a doce ejecutivos de las más altas empresas de Estados Unidos para amenazarlos con enormes aranceles si ellos mantenían proyectos con este país. El resultado inmediato fue la cancelación de la planta de Ford en San Luis Potosí.

El 25 de enero fue un día crucial para México por dos decretos que emitió. En uno instruyó al departamento de seguridad interna a comenzar la construcción de un muro de diez metros de alto y cinco de profundidad en la frontera y en otro condicionó a todas las ciudades de Estados Unidos a no ser un lugar seguro para inmigrantes, o perderían sus fondos federales. Un desastre por ejemplo para Nueva York, Nueva Jersey y Chicago, entre otras.

En solo 60 días, Trump no sólo ha afectado la relación bilateral entre México y Estados Unidos después de 160 años de cordialidad, también ha mostrado hostilidad contra refugiados y ciudadanos de Medio Oriente. Ha tenido problemas con el presidente de China y la ministra de Taiwán. Todo ello da muestra de la mala política exterior que hace Donald Trump y erróneamente, sigue descargando su furia en Twitter, agregó el investigador.