Un ritual prehispánico en el que se pedía por las lluvias para fertilizar la tierra fue el origen de la Tlahuanca, tradición que mantienen viva los diez barrios del municipio de San Pedro Cholula, siendo el cuarto lunes de cuaresma cuando se realiza en la Capilla Real, asentada en esta localidad.
Hoy se ha unificado este rito prehispánico con la religiosidad, y es que se ofrece una misa a San Pedro de Ánimas, que representa la muerte, duelo y pasión de Jesús, además esta misa de difuntos se ofrece a quienes realizaron servicio en la Capilla Real, esto como parte de un proceso de reflexión y preparación a la Semana Santa.
Con el fervor que representa el amor a Cristo dio inició esta tradición en el municipio de San Pedro Cholula, donde más de dos centenares de personas se dieron cita para presenciar la misa y posteriormente ser parte del convite donde la bebida de los dioses: el pulque ocupó un lugar preponderante.
“Se hace la petición de las lluvias para que en la fiesta del pueblo, vengamos con nuestras primeras cosechas, esta es una tradición con antecedentes prehispánicos no sabemos desde que tiempos y se celebraba a una deidad y en la época colonial se inició la celebración dedicada a las animas benditas”, explicó Margarita Tlapa Almonte, quien es una de las impulsoras de esta tradición.
Tras realizarse la misa, a las 13:00 horas, se llevó a cabo una pequeña a procesión dentro de la capilla acompañada de música, cuya particularidad fue el toque de un instrumento en forma de trompeta llamado tochacatl, el cual sólo se toca durante esta celebración.
Los cohetones comenzaron a sonar y así estaba todo listo para la fiesta espiritual, los mayordomos de San Matías Cocoyotla, San Juan Texpolco, San Cristóbal Tepontla, La Magdalena Coapa, San Pablo Tecamac, San Pedro Mexicaltzingo, Jesus Tlatempa, San Miguel Tianguisnahuatl, Santiago Mixquitla y Santa María Xixitla apostados a los lados de la capilla comenzaron con la repartición de pulque, en esta ocasión fueron 400 litros los que se repartieron entre propios y extraños.
“El pulque era una bebida ritual en la época prehispánica y justo en la fiesta de la segunda veintena de los desollados se daba pulque, era el día de la fertilidad, de la renovación o de la primavera, por eso se acostumbra a repartir esta bebida, sólo un vaso para que se purifique el espíritu”, señaló la investigadora local.
En el atrio se colocó una enorme manta a fin de ofrecer comida a los visitantes a fin de generar un ambiente de convivencia, “es una tradición que no se realiza en muchos lugares, es una forma de poder conocer más de cómo eran los ritos prehispánicos, y cómo se van heredando de generación en generación”, señaló Daniel Rojas, quien por primera vez asistió a esta festividad.
Cabe destacar que a las cuatro de la tarde, el mayordomo de San Pedro de Ánimas, Evodio Percino Toxqui y su esposa Concepción Hijuitl Pérez, indicaron de los buenos resultados de los ritos católicos, conjugados con los de origen prehispánico ya que el cielo comenzó a nublarse y ligeramente cayó la lluvia.
