Después de siete meses preso en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca, Julio César Ángeles Mendoza asumió la presidencia municipal de Atotonilco de Tula por segunda ocasión, al ser absuelto del delito de negociaciones indebidas a través de un amparo expedido por la autoridad federal que dejó sin efecto la fianza por 200 millones de pesos que le impuso el juez primero penal de Pachuca, Porfirio Cruz Ramírez.

Ángeles Mendoza señaló que fue un «preso político» ya que las negociaciones indebidas en la administración 2009-2012 en Atotonilco de Tula no existieron y sólo respetó acuerdos que ya había entre los gobiernos federal y estatal.

El alcalde permaneció en prisión a partir del 18 de agosto de 2016, cuando fue aprehendido por agentes de la Coordinación de Investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) bajo la causa penal 32/2016 derivada de la averiguación previa 12/DAP/096/2015, iniciada por el sindico procurador, Salvador Miranda.

Tras su toma de protesta, advirtió una auditoría a la administración a cargo del perredista Edgar Reyes Martínez, quien gobernó el municipio entre 2012 y 2016; al señalar que tiene conocimiento que empresas entregaron recursos no aplicados al municipio y falta de maquinaria.

Con el regreso de Julio César Ángeles al gobierno municipal quedó vacante la Secretaría general, en la que se desempeñaba su mujer y quien asumirá la presidencia del DIF; Raul Lopez Ramírez, alcalde interino, será sumado a la administración; y anunció la colocación de personal que no necesite asesores para desempeñarse en el cargo.