Acercar un endulzante natural a las mesas mexicanas sin calorías, fue la premisa de la firma Livana, de origen poblano, creado en diciembre del 2015 y alcanzó el tercer lugar del Global Student Entrepeneur Award por la Bolsa Mexicana de Valores.

El director asociado de Livana, Moisés Medina, recordó que la firma tiene ya presencia en establecimientos como Citi Market, Fresko y Sumesa, en la cadena Farmatodo, La Comer y Hospital Ángeles en 2016 y ahora en Soriana, con crecimientos de hasta 800 por ciento, sumando seis millones de sobre mes.

La oferta incluye packs desde 40 sobres, dispensa packs y tiras de impulso que se comercializarán en comercios en pequeño con 12 y 20 sobres, además de ese endulzante para hornear con Mercatlán y Therese.

Con presencia en 250 restaurantes y cadenas de tiendas de retail, auto servicio y departamentales, el endulzante llega además de Puebla a Monterrey, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México, Querétaro, Guerrero, Guanajuato, Baja California, Chihuahua y Coahuila, entre otros estados.

El producto es no cancerígeno y no provoca caries pues no se metaboliza por las bacterias, señaló la nutrióloga Maggie Pérez Tagle, quien refirió que este endulzante carece de  los riesgos y resabios de otras sustancias como el aspartame.

El 90 por ciento de las marcas tiene dextrosa, un homónimo de la azúcar como la glucosa o algunas otras que mezclan glucosa, pero Livana no, añadió.

Un millón de sobres al mes entre Puebla y México marcaron el arranque de la red de distribución de Livana, el endulzante realmente sin calorías, creado por Pedro Magaña, hoy cofundador, socio y director de operaciones de Livana Technologies, junto con Moisés Medina.

Este es un sustituto de azúcar creado bajo el enfoque de proteger al mexicano y es que, bien puede referir como experiencia propia que tres de sus cuatro abuelos son diabéticos y también la mamá de alguno de sus socios.

De hecho, en México poco más de una décima parte de la población tiene un diagnóstico de diabetes.

Y es que, a decir de Magaña, “todo lo que consumimos los mexicanos en tiendas de auto servicio es azúcar o carbohidratos en distintas presentaciones”.

“Todo esto degrada a la población, sobre todo por el incremento de hábitos sedentarios, lo que ha hecho un país de obesos”, añadió.

Incluso hoy México se disputa el primer sitio con obesidad junto a Estados Unidos, aunque en áreas como infantes ya lo rebasa, de ahí que el tema sea parte de una agenda de salud pública que a ciencia cierta no se sabe cómo se enfrentará a futuro.

En ese contexto, llegó la oferta del endulzante de origen natural con base en el eritritol, que buscó la procuración de fondos, penetrar mercados y ofertar algo agradable a los sentidos.

“La diferencia de este producto hecho a base de frutas es que no libera glucosa a la sangre y no tiene calorías, además de contar con un sabor diferente, sin dejar un resabio sintético como una cola de dieta o unos chicles, o un resabio amargo como las stevias; es más parecido al azúcar y afrutado, con tecnología mexicana y orgullosamente poblano”, afirma su creador, egresado del ITESM, Ingeniero en Biotecnología especializado en Bío-Procesos.