Washington.- El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) inició hoy una sesión extraordinaria para discutir la crisis de Venezuela, luego que Bolivia, que preside el organismo, intentara cancelar la cita y fuera suplantada por el embajador de Honduras.

“Bolivia no puede aceptar que la presidencia (del Consejo) pueda ser usurpada. Exige el respeto a sus derechos. Lo que se ha hecho es vulnerar su soberanía”, denunció el embajador boliviano Diego Pary, minutos después de iniciada la reunión bajo conducción del embajador hondureño Leonidas Rosas Bautista.

Rosas asumió la conducción del Consejo después de que Pary canceló la reunión extraordinaria, programada a las 14:00 horas locales, y convocara a una reunión ordinaria a las 16:00, rechazada por los 18 países que convocaron a la sesión original.

Por unos momentos, Rosas presidió una sesión con los 18 países solicitantes, y Pary condujo otra en un salón separado.

Al concluir la sesión dirigida por Bolivia, algunos embajadores que asistieron a ella se incorporaron a la que presidía el diplomático hondureño.

La presidencia de Rosas fue acordada por su condición de diplomático con más antigüedad después de Pary, en ausencia tanto del boliviano como del embajador de Haiti, Jean Victor Harvel, vicepresidente del Consejo.

Después de que Pary abandonó el salón Bolivar, se registraron momentos de fricción entre los diplomáticos.

El representante alterno de Venezuela, Samuel Moncada, lanzó duras criticas contra Argentina, cuya canciller Susana Malcoma hizo una presentación del acuerdo alcanzado el sábado por los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), respecto a Venezuela.

Moncada calificó asimismo como una “grosería” la presencia de Rosas en la presidencia del Consejo Permanente, y una afrenta tanto para Bolivia como para Haiti.

“Esta convocatoria es ilegal. Este es un golpe de Estado en la OEA. Debo protestar (por) el abuso de que se hable de Venezuela sin nuestro permiso”, dijo Moncada, en referencia a la intervención de Malcorra.

La intervención de Moncada provocó que varios países solicitaron mociones de orden para mantener el debate en el orden del día, pero el venezolano ignoró los repetidos llamados de Rosas para mantenerse en ese punto.

Moncada intercambió gritos con el embajador argentino Juan José Arcuri, quien exclamó “¡deje de hablar, déjame hablar!”, cuando el diplomático venezolano intentó quitarle la palabra.