Calles despejadas, transporte público semivacío, templos católicos y parques infantiles con afluencia superior a la cotidiana, y por la tarde, centros comerciales y salas de cine concurridas. Así se vivió este Domingo de Ramos y el inicio de la Semana Santa en Pachuca.

La ciudad volvió a vivir la tranquilidad propia de estos días, cuando muchas familias prefieren disfrutar de sus viviendas, de la convivencia familias, que salir a los atestados centros de recreo cercanos.

Ello propició que avenidas como Revolución y Juárez lucieran semivacías, fáciles de transitar, mientras que sitios como el mercado Benito Juárez concentraron a quienes deseaban paladear un buen caldo de pescado y mariscos.

Pocas pero entusiastas familias se concentraron en sitios como el Parque de la Familia, el Parque del Maestro, el Parque Hidalgo y la Plaza Independencia.

En el centro de la ciudad se notó el movimiento acostumbrado los domingos, cuando las tiendas de cadenas abren sus puertas pero los establecimientos del comercio tradicional no lo hacen.

Numerosas familias acudieron a los templos, principalmente a La Villita y San Francisco, en donde el comercio ocasional multiplicó la oferta de fruta picada, nieves, aguas frescas, dulces y frituras embolsadas, además de algunos juguetes.

Grupos de adolescentes y jóvenes se dieron cita en sitios como el conjunto San Francisco, para “cazar” pokemones, mientras que en otros, como el parque Ben Gurión, grupos de patinadores disfrutaban de los espacios abiertos.

Por la tarde, la afluencia se observó en los centros comerciales, sobre todo en Plaza Galerías, en donde las salas de cine estuvieron concurridas.

Sin clases en las próximas dos semanas, los consumidores llenaban los carritos de supermercado con ofertas como juguetes,  de aparatos electrónicos, bebidas y botanas, principalmente, para disfrutar del asueto en casa.