Londres.- Un equipo internacional de investigadores encontró evidencias que muestran que desde hace miles de años las poblaciones de pingüinos en la Antártida sufrieron el impacto potencialmente devastador de la actividad volcánica.
Las colonias de pingüinos en la península antártica enfrentan los cambios a largo plazo del clima y la cobertura de hielo, pero hasta ahora no se había considerado que podrían verse afectados a consecuencia de los volcanes, sin embargo un estudio de sedimentos demuestran que sí han influido en ellas.
El hallazgo se produjo cuando investigadores de Reino Unido, Alemania y Polonia perforaron en el fondo de un lago en la isla Ardley, que alberga a una de las mayores poblaciones de pingüinos papúa (Pygoscelius papua) y llevaron a cabo análisis biogeoquímicos de los sedimentos.
Los resultados de los análisis, publicados en la revista especializada Nature Communications, revelaron que la primera colonia de pingüinos sostenida se estableció en Ardley hace aproximadamente seis mil 700 años.
La colonia experimentó cinco máximos de población durante el periodo Holoceno, fases que terminaron de manera abrupta por grandes erupciones del volcán en la isla Deception, eventos que resultaron en su extinción casi completa, con un promedio requerido de 400-800 años para su recuperación sostenida.
En un artículo, los científicos explican que en los sedimentos encontraron intercaladas capas de residuos de excremento de pingüinos y secciones gruesas de ceniza volcánica, lo que indica que las aves en Ardley eran frecuentemente diezmadas por erupciones.
Durante los últimos siete mil años, al menos cinco erupciones se habrían producido a intervalos regulares en la isla Deception y, aunque antes de cada uno de esos eventos la población de pingüinos había crecido de manera significativa, fue mermada casi por completo.