BOGOTÁ — Al menos 11 personas murieron la madrugada del miércoles en el eje cafetero de Colombia tras varias avalanchas provocadas por las fuertes lluvias en la ciudad de Manizales, a dos semanas de una tragedia que dejó más de 300 muertos en el sur del país.

«Fueron sepultados mientras dormían«, dijo a The Associated Press el jefe de la Defensa Civil de Manizales, Jaime Gallego, quien especificó que entre los muertos hay tres niños y un policía.

Dos docenas de personas continúan desaparecidas, según la Cruz Roja.

Los aludes ocurrieron a la medianoche del martes y afectaron a medio centenar de viviendas en 10 barrios residenciales de clase media de esa localidad de unos 400.000 habitantes.

El alcalde de la ciudad, José Octavio Cardona, dijo a la radio FM que hubo 40 o 50 avalanchas provocadas por precipitaciones «increíblemente intensas». Sólo en la noche del martes llovió lo equivalente a un mes, dijeron las autoridades.

Unos 120 rescatistas trabajan en la zona para intentar localizar a los desaparecidos entre viviendas inundadas y zonas de la ciudad totalmente arrasadas ladera abajo.

Nueve supervivientes fueron rescatados, todos con contusiones pero fuera de peligro. Una de ellas es una menor de nueve años.

Algunos barrios de Manizales, ubicada en la cima de una montaña, fueron construidos en lomas con pendientes muy pronunciadas. En la zona afectada viven unas 10.000 personas.

El presidente Juan Manuel Santos llegará a la zona en la mañana del miércoles, anunció la presidencia.

Colombia sigue conmovida por una avalancha que mató a 323 personas en la población de Mocoa, en el sur del país. Gran parte de la ciudad quedó arrasada por el alud de lodo y piedras.