En el marco del 80 aniversario de la transformación del Colegio del Estado a Universidad Autónoma de Puebla, se inauguró el Eco Campus Universitario Valsequillo BUAP, el cual marcará una pauta en la vida universitaria al encerrar un concepto que tiene que ver con laboratorios compartidos, trabajo en equipo, convivencia y coexistencia de diversas áreas del conocimiento y la ciencia.

Este centro científico avanzado diseñado para ser amigables con el medio ambiente y que responde a las necesidades de seguridad de acuerdo con los especialistas, tuvo una inversión de 195 millones de pesos para la obra y 74 millones 300 mil pesos para el equipamiento, subrayó doctor Alfonso Esparza Ortiz, rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), durante el acto inaugural.

Aseguró que la presencia de la universidad en esa zona de conservación del Estado, en el kilómetro 1.7 de la carretera a San Baltazar Tetela, responde con pertinencia y respeto al medio ambiente para proporcionar un desarrollo sustentable con instalaciones de vanguardia que incluyen cisternas de recolección de agua pluvial, biodigestores, sistemas de vigilancia con detección de humo, de voz y datos.

El campus cuenta con 36 laboratorios y aulas para recibir a especialistas de otras áreas y países para generar intercambio de ideas y colaboración entre científicos mexicanos y extranjeros, con un claustro académico que dará alojamiento a investigadores visitantes, agregó Esparza Ortiz.

«La infraestructura está con estándares internacionales para favorecer la vinculación. El claustro está pensado básicamente para que se potencie el intercambio de ideas y surjan puntos coincidentes en los proyectos o puntos de partida para nuevos. Estamos buscando entrar a los estándares europeos para la planeación de la carrera científica y así alcanzar la competencia internacional que establecen los niveles R3 y R4, este último el máximo que existe en la comunidad europea».

Concluyó que actualmente la BUAP cuenta con once grupos de líderes con competencias de investigación R3 y que se mutó de un modelo de vinculación tradicional a uno de cooperación con los sectores sociales, productivos y con las autoridades para llevar a cabo proyectos corresponsales y de gran impacto, como uno hecho con Africam Safari en Desarrollo Académico, Científico y de Rescate del Ecosistema.