BRUSELAS — Los líderes de la Unión Europea prometieron el sábado que respaldarán hombro con hombro a su equipo negociador durante el proceso de salida de Gran Bretaña del bloque y advirtieron que se lidiará firmemente con cualquier demanda de la primera ministra Theresa May.
Los 27 líderes de la UE aprobaron sin demasiados tropiezos, en una breve cumbre en Bruselas, las directrices de que regirán sus posiciones negociadoras un mes después de que May lanzó oficialmente el proceso el 29 de marzo. Las negociaciones en sí comenzarán poco después de elecciones adelantadas en Gran Bretaña el 8 de junio.
El presidente del Consejo de la UE tuiteó: “directrices aprobadas unánimemente. Mandato político firme y justo de UE 27 para conversaciones de Brexit está preparado”.
Tusk insistió en que no puede haber negociaciones sobre una relación futura entre Londres y el bloque hasta que haya acuerdo suficiente en cuánto dinero debe Gran Bretaña al bloque, entre otros asuntos, y reiteró que el bienestar de ciudadanos y familias que viven en territorio del otro bando será la prioridad cuando comiencen las conversaciones.
Eso contradice las esperanzas británicas de negociar las futuras relaciones comerciales durante todas las conversaciones. Tusk dijo que “antes de discutir el futuro, tenemos que lidiar con el pasado y hacerlo con atención genuina, pero firmemente”.
Y algunos estaban ponderando ya cómo lidiar con tácticas británicas. “Quizás el gobierno británico hará todo lo posible para dividir a las 27 naciones y esa es una trampa que tenemos que evitar”, dijo el primer ministro belga Charles Michel.
Desde que el referéndum del 23 de junio del 2016 decidió la salida británica del bloque, los 27 países han mostrado un frente excepcionalmente unido ante una nación dividida por la rápida decisión tomada.
Ahora, la UE está resuelta a hacer que Gran Bretaña pague la cuenta por la separación, que algunos funcionarios del bloque colocan en hasta 60.000 millones de euros (65.000 millones de dólares). “Si dejas de ser miembro de un club, eso tiene consecuencias. Un Brexit gratuito no es posible”, dijo Michel.
Para iniciar las negociaciones, Tusk quiere centrarse en los millones de personas que viven en ambas partes y cuya suerte se vería afectada de inmediato.
Dijo que todas las partes “necesitan garantías firmes para todos los ciudadanos y sus familias que se verán afectados por el Brexit a ambos lados. Esa debe ser la prioridad número uno”, dijo Tusk. Unos 3 millones de ciudadanos de las 27 naciones de la UE viven en Gran Bretaña, mientras que hasta 2 millones de británicos viven en el continente europeo. Todos afrontan una situación de incertidumbre en cuestiones como servicios sociales y empleo.
Tusk ha dicho que la unidad continuada de los 27 ayudará a May, porque tendrá certeza política durante el proceso.
“Nuestra unidad también beneficia a Gran Bretaña”, dijo. “Siento un firme apoyo de todas las instituciones de la UE, incluido el Parlamento Europeo, así como de los 27 estados miembros. Sé que esto es algo único y confío en que no cambiará”.
En los últimos años, el bloque ha sufrido frecuentes y agrias divisiones por cuestiones como la crisis financiera y cómo gestionar la llegada de cientos de miles de inmigrantes.
Los 27 líderes también reconocieron que Irlanda del Norte podría sumarse al bloque si su pueblo vota a favor de unificarse con Irlanda, un estado miembro de la Unión Europea.
Los dos comparten la misma isla, y las dificultades para trazar una frontera terrestre tras la salida británica son enormes y llenas de escollos políticos.
La ministra irlandesa para Europa, Dara Murphy, dijo a The Associated Press que se añadió la cuestión de Irlanda del Norte a las actas de la reunión, a la que no asiste la primera ministra May.