Como parte de una tradición, los trabajadores de la construcción celebraron el día de la Santa Cruz acudiendo a la celebración religiosa para pedir por la abundancia del trabajo así como mejores condiciones económicas.
En la ciudad de Pachuca, en punto de las doce del día, más de 500 albañiles llegaron a las parroquias de La Villita y San Francisco cargados con sus cruces para bendecir, y que tal como lo marca la tradición, puedan terminar sus obras sin contratiempos.
Don Polo Cruz quien lleva más de 45 años en este oficio asegura que su principal objetivo en cada uno de sus empleos es que las construcciones sean de calidad, aunque asegura que en muchas ocasiones son los mismos contratistas quienes reducen costos en materiales, principalmente cuando se tratan de obras gubernamentales, por lo que en tres años aproximadamente se deterioran.
Los que ejercen este oficio aseguran que los albañiles conocen la responsabilidad de hacer bien su trabajo ya que una obra mal ejecutada puede contraer muchas responsabilidades y pese a que en su mayoría la culpa pueda ser de la empresa, ellos también se ven involucrados.
Aunque el tres de mayo es un día dedicado a la Santa Cruz, también se adjudicó a los albañiles puesto que son ellos quienes colocan una cruz sobre las construcciones que realizan siempre y cuando sean de la creencia católica.
Este día acuden a la iglesia para pedir por su trabajo, que nunca escasee y sobre todo que los salarios sean mejores ya que cada año la crisis económica afecta el rendimiento de sus pagos.
La albañilería es un trabajo de riesgo y esfuerzo comenta don Polo, quien desde sus inicios como ayudante de albañil nunca ha presenciado un accidente trágico, pero esta consiente que nadie está exento de ello pese a trabajar con mucha responsabilidad.
Durante la celebración los albañiles también recuerdan que son la mano de obra prioritaria e indispensable para el crecimiento y desarrollo de las ciudades y su campo de acción va desde la construcción de casas o edificios hasta carretas o puentes, recalca don Polo.