En la entidad tlaxcalteca la venta clandestina de combustible ha crecido de manera preocupante, aunado a que la venta de combustible cayó 20 por ciento en el primer cuatrimestre de 2017 en los estados de Puebla y Tlaxcala, indicó la presidenta de Gasolineros Unidos para los Estados de Puebla y Tlaxcala (Guept), Luz María Jiménez Almazán.

En entrevista, apuntó que desde enero no se recuperó la baja que hubo e incluso Petróleos Mexicanos (Pemex) se alarmó porque la terminal de Puebla es el segundo lugar en baja de venta de combustible en el país, al tiempo que explicó que la terminal poblana abastece a estaciones de servicio de ambas entidades y la baja es de 25 por ciento de venta de la paraestatal, situación que generó preocupación porque implica menos utilidades y pérdidas económicas.

Esto podría ser porque la Comisión Reguladora de Energía (CRE) no ha rectificado la zonificación que hizo y pone a municipios colindantes con distancia de unos cuantos kilómetros, con una diferencia de un peso en el precio de los combustibles.

Aunado a lo anterior, dijo que la venta clandestina de combustible en la entidad va a la alza “Tlaxcala debe tener mucho cuidado si no quiere estar como Puebla. Es una desgracia lo que nos pasa a nosotros, pues a pesar de conocer el delito, de tenerlo  focalizado, de saber exactamente lo que estaba pasando, ninguna autoridad hizo nada y hoy nos vemos sumidos en una ola de delincuencia, robos, asaltos, asesinatos e incendios”.

Ventas a la baja

Puntualizó que en Tlaxcala se está a tiempo de frenar esa inercia negativa para evitar que pase lo que ocurre en Puebla, pues tan solo en el mes de abril, que corresponde a una época de vacaciones, cuando se supondría que la venta de combustible sube sobre todo en las gasolineras a pie de carretera, “este año no fue así, se mantuvo baja la venta, muy por debajo de los promedios de otros años y claro que estamos tremendamente preocupados”.

Jiménez Almazán comentó que en los últimos meses no ha faltado combustible en las estaciones de servicio, pero no es porque manden más, sino porque se compra menos ante la caída en las ventas.

“Si no vendemos, no tiene caso comprar, aparte de que no hay liquidez para tener los tanques llenos. Compramos estrictamente la gasolina que se vende para darle la vuelta al producto, si no se vende tampoco se compra, entonces es un círculo vicioso en el que la economía se estanca”, asentó.

Incluso, existe la posibilidad de que 15 estaciones de servicio cierren en el estado de Puebla, debido a la venta de producto robado, que afecta a las empresas legalmente establecidas, a la Federación y a los municipios porque no se recaudan los impuestos que se generan por la comercialización del producto, concluyó.