En Hidalgo, es gracias al apoyo y acompañamiento de sus familias como muchas mamás adolescentes salen adelante y construyen hogares y proyectos de vida de la mano de sus también jóvenes parejas, además de que cuentan con el apoyo del sector salud y de algunas instancias gubernamentales que enfocan sus esfuerzos en brindarles ayuda y atención.

Y es que no obstante el panorama aciago que pudiera pensarse tienen estas jovencitas ante sí, la realidad es que su propia juventud es la que les da ánimo y optimismo para salir adelante, pues aunque ser madre a una corta edad es una tarea complicada, no es algo imposible para quienes eligieron convertirse en mamás en la adolescencia.

Es el caso de Yadira, vecina de San Agustín Tlaxiaca, quien comparte que el ser mamá joven es bonito, pues no porque esté chica significa que no tome las cosas en serio, y orgullosa menciona, “yo creo que a pesar de mi edad he sabido sobrellevarlo”.

Con un pequeño de 5 años que sonríe y juega enfundado en su playera de Cruz Azul, la joven mamá recuerda que fue a los 16 años cuando se embarazó de su primogénito, misma edad que tenía su esposo cuando se convirtieron en padres, “la verdad es que lo tomamos normal, la verdad nos dio mucha alegría, no fue como otros que ‘¡ay, no!’”.

Sonriente, recuerda que ella ya se había juntado con Fernando, su esposo, quien también es de San Agustín Tlaxiaca, y precisa que se juntaron, sin estar ella embarazada.

Y recuerda la reacción de sus familias cuando se enteraron de la noticia, “la verdad nos regañaron, que porque estábamos muy chicos, que no sé qué, y la verdad sí hubo algunas complicaciones por lo chica”.

Reconoce que las complicaciones se dieron porque ella tuvo preclamsia y su pequeñito nació prematuro, de 6 meses y medio. Felizmente ahora es muy sano “y no se me enferma”, añade con soltura.

Después del regaño, la familia brindó su apoyo total a los jóvenes padres, “sí, nos apoyaban, pues ya que les quedaba”, dice mientras ríe.

235 nacimientos en 2016 fueron de menores entre 10 a 14 años

Y aunque Yadira sabía que a estas alturas hay quienes oponen otras opciones al embarazo juvenil, ella se muestra feliz de su decisión, y reconoce que siempre contó con el apoyo de sus papás, “pues me apoyaban en la alimentación, y todo eso, nada más”.

Explica que ella atendió su embarazo en el centro de salud, pues cada mes se tenía que acudir a checar, y cuando le detectaron preclamsia, la mandaron al Hospital General.

La atención y cuidados que recibió ahí los calificó de muy buenos, “sí, me atendieron muy bien y lo atendieron muy bien a Emanuel, era el más chiquito de hecho, porque medía 32 centímetros y pesaba 725 gramos, entonces como que los doctores se encariñaban con él y me lo cuidaban muy bien”.

Una vez convertida en novel mamá, al principio sí se desesperaba, “porque mi bebito lloraba y lloraba, y yo no sabía, pero no, como que nada más es unos días en lo que se acostumbra y ya después mi esposo me ayudaba mucho, me cuidaba”.

En esos primeros días relata que cada dos horas tenían que darle de comer por la noche a su niño, “y a veces en la madrugada ya de tantas desveladas ya ni me quería levantar a darle de comer, y mi esposo se levantaba, él me ayudaba mucho”.

Para lo que fue comida, ropa y pañales, reconoce la labor de su también joven esposo, de quien dice siempre ha sido muy trabajador, “la verdad en todo nos sustenta, cuando nos juntamos y me junté sin nada, y él me compró todo, de 16 años, en la prepa nos conocimos, él es bien trabajador”.

Reconoce que tuvieron que suspender sus estudios, y con la ayuda del papá de su esposo pudieron establecer su negocio de comida, que ambos atienden con mucho entusiasmo.

Yadira menciona que han salido adelante con el apoyo de los papás de ambos, pero raramente reconoce ayuda de instituciones, salvo las del sector salud, “no, nunca, nos decían que para rehabilitación, pero mi hijo caminó al año y medio, nunca batallé con él, a pesar de ser prematuro es muy sano”.   

A pesar de su juventud, destaca que la interacción con su hijo ha sido muy buena, y se nota en el pequeño, que es muy inteligente y vivaracho, y ya muestra sus dotes en su estancia en el preescolar.

Después del regaño, la familia brindó su apoyo total a los jóvenes padres.

Yadira comparte que no solo ella, sino muchas chicas de su comunidad se han embarazado muy jóvenes, “hay un montón, algunas que lo toman al ahí se va, les vale, a veces tienen hijos nada más y se los cuidan sus mamás, yo creo que no es así ¿verdad? pero depende la mentalidad de cada quien”.

Tanto Yadira como su esposo Fernando tienen sueños y metas como familia, “somos chicos y todo, pero estamos pensando en hacer una casa, empezar a tener un carro, tener cosas, para sustentarnos, porque no toda la vida vamos a estar viviendo con la suegra”.

A pesar de ser una pareja joven, se notan bien avenidos, a diferencia incluso de parejas más estudiadas y desahogadas, “nuestras mamás no se meten, nos apoyan y todo, no son suegras como otras que luego sí se pasan”.

Sonriente, externa que para este 10 de mayo su deseo es que todas las mamás se la pasen bonito y que disfruten, “yo como mamá joven, que aún estoy empezando esta experiencia, la verdad les deseo muchas felicidades y que se la pasen bonito, porque todas somos mamás, no porque unas estén grandes o unas chicas, sino porque todas pasamos por lo mismo”, dice muy contenta, mientras el pequeño Emanuel retoza en el local de comida y su esposo Fernando atiende a los comensales.

 

El sector salud y las mamás jóvenes

En la Secretaría de Salud, el médico Jesús Ernesto Luna Cerón refiere que los cuidados que deben tener las mamás adolescentes o una mujer adolescente embarazada, realmente son los mismos que debe tener cualquier mujer, aunque deben tener un poco más de cuidado porque el embarazo en adolescentes se considera de alto riesgo.

“Es bien importante sensibilizar a la población de que si hay sospecha de embarazo o está confirmado el embarazo, pues deben acudir al centro de salud que les corresponda de acuerdo a su localidad”.

Detalló que en todas las consultas el médico las va a revisar, aunque primero las va a interrogar para ver si hay algún dato de que el embarazo puede ser de mayor riesgo, las va a revisar y preguntar si hay datos de alarma, si el bebé se mueve, si hay dolor, si hay sangrado, flujo vaginal, dolor de cabeza, si hay zumbido o hemorragias, todo eso se le dice a la usuaria.

También se les da una referencia al módulo de salud mental, puesto que hay que indagar la causa del embarazo, “el embarazo adolescente lo podemos dividir de acuerdo a dos grandes grupos, tenemos el embarazo adolescente de 10 a 14 años y el embarazo adolescente de 15 a 19 años”.

Explicó que las causas en estos grupos son totalmente diferentes, pues mientras entre los 15 y 19 hay más consenso respecto del embarazo, de los 10 a los 14 años lo que predomina desafortunadamente es alguna causal de abuso.

El médico de la SSH expuso que en la consulta también se les orienta en cuanto a la red de ayuda para que sepan a quién dirigirse cuando tengan algún dato de alarma, además de que se les dan vacunas, se les manda a laboratorio, se les toma ultrasonido de primera vez y subsecuente; también se revisa nutrición si es que tienen algún problema de sobrepeso o de bajo peso, además de que les detectan si pueden presentar VIH, sífilis y se hace el VDRL.

Con las mamás adolescentes se hace una firma de la madrina obstétrica o padrino obstétrico, quien será el responsable de llevar a la adolescente a sus consultas y si a la mamá se le va a alguna cita, ellos son quienes lo corroboran.

Luna reconoce que entre las mamás adolescentes las hay responsables y otras no tanto, “tenemos usuarias que son muy responsables, pero también tenemos aquellas que ocupan que les demos el seguimiento”.

 

Decrece embarazo juvenil

El médico de la Secretaría de Salud informó que el año pasado disminuyó el número de mamás adolescentes, “nosotros nos manejamos con corte anual, en el año 2015 tuvimos un total de 11 mil 114 nacimientos, para el año 2016 tuvimos un cierre de 9 mil 70 nacimientos, lo cual nos dice que tuvimos 2 mil 94 nacimientos menos en comparación entre el 2015 y el 2016”.

Señaló que de esos 9 mil 70 nacimientos, 235 nacimientos fueron de menores entre 10 a 14 años, y 8 mil 835 de adolescentes de 15 a 19 años.

En cuanto a la tasa específica de fecundidad era de 72.6, lo cual refleja que había 72.6 nacimientos en mujeres adolescentes de 10 a 19 años, por cada mil adolescentes de ese rango de edad que habitan por comunidad, mientras que en 2016 esa tasa bajo a 67.1, lo que significa que hubo 67.1 nacimientos en mamás adolescentes por cada mil mujeres entre los 10 a los 19 años, “esto nos habla de que tuvimos un descenso de 5.5 puntitos”.

Luna recordó que el riesgo de mortalidad materno-infantil en embarazo adolescente aumenta, “por eso hay que reforzar el dar toda una atención integral a estas embarazadas”.

Además, destacó que en lo que va del año, afortunadamente no se ha tenido ningún reporte de muerte materna entre adolescentes, “hasta ahorita tratamos de que no tengamos este problema de muerte materno-infantil, pero no hay que perder de vista que el riesgo se incrementa por toda esta parte de que no están preparadas”.

Consideró que debe haber dos mensajes para las mamás adolescentes, siendo el primero a las adolescentes que ya están embarazadas, para invitarlas al centro de salud, a que acudan a sus consultas y al club del embarazo, que es un club que lo integran todas las mamás de la comunidad en donde se les dan pláticas para prevenir complicaciones.

Destacó que el acompañamiento de la familia es sumamente importante, “pues es todo un cambio, fisiológico, hormonal, emocional, impacta en lo que es la economía de la familia, por ello el acompañamiento es bastante importante, tener ese sentido de empatía y corresponsabilidad, no solamente la familia, sino también con el médico, a través de la capacitación y talleres de sensibilización que damos los médicos, es justamente ir buscando esta atención, con calidad y con calidez”.

Las invitó también a que acudan a su centro de salud a informarse de métodos de control de natalidad, para definir su número de hijos y ejercer sus derechos reproductivos, ya que indicó se da un tiempo de año y medio y dos años entre cada hijo, por lo que las invitó a acercarse por un método, ya que son totalmente gratuitos.

Además las exhortó a acudir a los servicios amigables, diseñados para adolescentes de 10 a 19 años donde se les va a dar la atención, orientación y consejería en temas de salud reproductiva y sexual.

Compartió que en las mamás jóvenes hay experiencias de familias exitosas, aunque advirtió que sin apoyo, se pueden enfrentar a algunas situaciones como precariedad socioeconómica, no asistir a la escuela, falta de oportunidades laborales, entre otras.

Por último, señaló que el embarazo en adolescentes es un fenómeno multifactorial, ya que hay comunidades en donde es un proyecto de vida el que la señorita a los 14 o 15 años ya puede estar casada o juntada, por lo que está sujeto a determinantes sociales y de salud, por lo que se focalizan estrategias con base en un diagnóstico previo de cada región.