Austin. El estado de Texas se colocó en el frente del debate nacional sobre la inmigración luego de que su gobernador republicano promulgó sin aviso previo al público una ley contra las llamadas “ciudades santuario”, con lo que permitió que la policía estatal pueda preguntar su condición migratoria a las personas que detenga, incluso durante paradas de rutina.
La nueva ley también amenaza a los jefes policiales con mandarlos a la cárcel si no cooperan con las autoridades federales de inmigración.
Sus opositores fustigaron la nueva ley que firmó el gobernador Greg Abbott al decir que es la más dura de Estados Unidos contra los inmigrantes desde la represión lanzada por Arizona en 2010. Los opositores prometieron impugnar la ley en los tribunales.
La ley no entrará en vigor hasta el 1 de septiembre.
«Vamos a luchar contra este asalto en los tribunales» y en las urnas, advirtió el director ejecutivo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) para Texas, Terri Burke.
El gobernador admitió que leyes similares ya han sido impugnadas en tribunales federales, pero alegó que los habitantes de Texas confían en que sus legisladores «velan por nuestra seguridad». «Texas ha prohibido ahora las ciudades santuario en el Estado de la Estrella Solitaria» informó Abbott.
El mandatario estatal republicano, que cumple su primer periodo en el cargo, firmó la iniciativa en Facebook Live el domingo por la noche sin aviso previo al público. Sus críticos dijeron que ese cambio de protocolo seguramente buscó evitar a los manifestantes.
El portavoz del gobernador, John Wittman, dijo que Abbott eligió firmar el proyecto de ley en una transmisión por redes sociales porque es «donde la mayoría de la gente está recibiendo sus noticias hoy en día».
La nueva ley permite a la policía estatal inquirir sobre el estatus migratorio de toda persona detenida. La detención puede ocurrir en varias situaciones, como un arresto por un delito hasta una detención por una infracción de tránsito.
Con su promulgación, la iniciativa superó su obstáculo más reciente. La legislatura controlada por los republicanos aprobó el proyecto de ley pese a las objeciones de los demócratas y los defensores de los derechos de los inmigrantes que han atestado el Capitolio en Texas.
Los demócratas y activistas dijeron que la iniciativa «muéstreme sus papeles» será utilizada para discriminar a los hispanos.
Todos los principales jefes policiales en Texas se opusieron al proyecto de ley. Los republicanos dijeron que es necesario para garantizar que las prisiones locales atiendan las solicitudes de las autoridades federales de que mantengan tras las rejas a infractores peligrosos.
El término «ciudades santuario» no tiene definición legal, pero a menudo significa que una ciudad coopera poco _o no lo hace_ con las autoridades federales de inmigración en cuanto a la persecución de personas que viven en Estados Unidos sin autorización.
Una ciudad puede recibir esa denominación, por ejemplo, cuando le ordena a su policía que no pregunte sobre la residencia legal de los detenidos o que decline peticiones de las autoridades migratorias para mantener retenidos a los acusados mientras esperan ser deportados.
Los republicanos quieren que la policía local coopere con los agentes federales de inmigración en el combate a delincuentes que vivan en Estados Unidos sin autorización legal.
Los republicanos tienen una mayoría sólida en la legislatura y superaron las objeciones demócratas para impulsar la iniciativa, aun cuando las medidas del presidente Donald Trump para retener los recursos federales a las ciudades santuario han enfrentado obstáculos en las cortes federales.
La medida también prevé que la policía local acepte las solicitudes federales de retener a presuntos delincuentes para su posible deportación.