México lanzó una estrategia para combatir los robos de combustible que incluye perseguir no sólo a los ladrones, sino también a quienes lo adquieren, afirmó el secretario de Hacienda (SH),  José Antonio Meade.

El problema le cuesta al país entre 15 mil millones y 20 mil millones de pesos (780 millones y 1.040 millones de dólares) al año, afirmó.

Es “muy probable” que trabajadores corruptos de la empresa estatal Petróleos Mexicanos estén involucrados en facilitar el robo realizado a tuberías, reconoció el secretario, y señaló que las autoridades trabajan con Pemex para identificarlos.

Se está investigando a gasolineras que pudieran estar comprando y revendiendo combustible robado, y también se efectúan revisiones al sector de transporte público, agregó Meade.

Hace una semana murieron 10 personas en enfrentamientos entre soldados y presuntos ladrones de combustible en el estado de Puebla, en el centro del país.