No abonaré más a la especulación de si el Ejército Mexicano cometió algún tipo de abuso de poder o dio un tiro de gracia a uno de los huachicoleros el pasado miércoles 3 de mayo en Palmarito Tochapan.

Eso lo determinará la investigación de la PGR, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y todas las instancias que se quiera.

Lo que critico hoy es que el Ejército aparezca como el malo de la película, cuando claramente quienes violan la ley son los delincuentes que se dedican a robar el combustible que es propiedad de usted y mía, del país, pues.

Y sin duda alguna, si algún militar cometió un abuso debe ser castigado. Sí, claro. En caso contrario estaríamos abonando a la ilegalidad ¿verdad?

Claro, pero nadie fustiga que los malos hayan disparado en una emboscada contra los militares.

Porque eso es lo que quieren los delincuentes huachicoleros. Que se vea muy mal a los militares que vinieron a Puebla a reforzar la seguridad en Puebla.

Lo más grave es que los militantes de la izquierda mexicana se suban al carro de la fácil crítica al presidente Enrique Peña Nieto y al Ejército trayendo del pasado casos cuestionables del actuar de las fuerzas castrenses.

Sí, claro que se deben respetar los derechos humanos de los delincuentes (porque son personas, ¿verdad?).

No importa que pongan en jaque la seguridad en el estado.

No importa que se trastoque el abasto de combustible.

Tampoco que contraten a menores de edad que en lugar de estar en la escuela vayan a dar el pitazo de cuando venga la poli.

No tiene la menor importancia que haya muertos por explosiones por la perforación de los tubos.

Nada de eso importa. A los críticos del presidente Peña sólo les importa seguir minando su credibilidad en aras de ganar la presidencia (con Morena al frente, claro).

Muy bien, trasnochados. Sigamos avanzando.

P.D. Y conste que no avalo ningún tiro de gracia ni nada de eso (digo, por si las dudas me querían acusar de ello).

Gracias y nos leemos el lunes.

Pero mientras nos encontramos en Twitter en @erickbecerra1