Cada año, las mamás mexicanas esperamos con ansia la fecha en que se nos festeja en nuestro país. Lo más bonito de nuestro día es poder pasarlo con nuestros retoños y recibir lo que con mucho amor nos hicieron en la escuela. Esos regalos son los más valiosos.

Como mamás, día a día intentamos dar lo mejor para que nuestras hijas e hijos sean más felices de lo que nosotras fuimos. Por ellos, hacemos cosas que antes de ser mamás decíamos nuuuunca haríamos. Cuando eres mamá, no importa si en la calle te ven con cara de “what” cuando andas cargando en brazos a tu peque y para calmarlo vas bailando como si no hubiera nadie a tu alrededor. No importa si te ven haciendo caras y sonidos; con tal de sacarle una sonrisa a nuestros hijos podemos convertirnos en mimos y payasos esté quien esté a nuestro lado y no importando el lugar.

Que ser mamá no es fácil, claro que no lo es. Es el papel y el trabajo más importante que una mujer puede desempeñar; está a nuestro cargo la vida, la salud, la felicidad y el futuro de nuestros hijos. Por supuesto que es chamba de ambos padres, pero tanto por cultura como por cuestión biológica, nuestra descendencia siempre ha estado más apegada a las mamás. El tiempo que pasan dentro de nosotras desarrollando su pequeño pero complejo cuerpecito, sintiendo y  oyendo a través de nosotras y comiendo de nosotras, vuelve innato ese apego. Cada bebé es distinto, pero la mayoría no soporta estar alejado de mamá más que un tiempo muy cortito.

Hay casos donde por equis o ye razón las madres (si así se les puede llamar), comienzan a maltratar o a irresponsabilizarse de los hijos y aquí es cuando aparecen en escena mujeres que aunque no sean las mamás “de sangre” lo son de crianza. Pueden ser las tías, las abuelas o hasta las hermanas mayores, el chiste es que se convierten en quienes realmente desempeñan el papel de madres y se ganan el cariño y el respeto de los niños a su cargo. Obviamente ellas son las que merecen ser las festejadas en mayo.

Ser mamá no es nada más traer a los hijos al mundo; es darles amor, cariño, cuidados, tiempo de calidad, comprensión y apoyo a lo largo de todas sus etapas. Cada una tiene sus dificultades pero son menores comparadas con las alegrías que experimentamos al irlas transitando de la mano de nuestros hijos e hijas.

Cuando nos convertimos en madres nuestra prioridad son los hijos y algunas mujeres tomamos la decisión con el apoyo de nuestra pareja de dejar de trabajar unos años, por lo menos mientras son muy pequeñitos, pero la mayoría de los esposos creen que quedarse en casa es bien fácil, que ni se estresa uno y que no se compara con sus laaargas horas laborales, pero están totalmente equivocados.

Como he mencionado, el trabajo de casa nunca acaba y es más agotador que ir a uno de oficina, porque ahí por lo menos se tiene un horario fijo y se te asigna un tiempo para comer, pero cuando te quedas en el hogar, al reloj no le importa si ya son las 12 de la noche y todavía estás terminando alguna labor. También en casa con los hijos, se convierte en una carrera con obstáculos poder desayunar, comer y cenar.

En nuestro currículum, pareciera perdido el tiempo que no desempeñamos nuestra carrera pero no es así, porque como mamás aprendemos muchísimo al dedicarnos a nuestros hijos. Me gustó mucho un video que me mandaron con motivo del 10 de mayo que muestra a una mujer que busca retornar al campo laboral y es rechazada por varias empresas por aparecer en su currículum unos años sin datos laborales. Ella primero les dice abiertamente que dejó unos años su profesión para dedicarse a ser mamá pero inmediatamente le daban las gracias. Después comienza a disfrazar el motivo pero se siente triste por tener que hacerlo, hasta que un día observa a otra mamá quien está haciendo tres cosas al mismo tiempo: dándole papilla al bebé, anotando algo en una libreta y hablando por teléfono.

Con esto se pone a reflexionar y se da cuenta de que es un PLUS  ser mamá porque de entrada te hace ser una mejor persona. Por nuestros hijos y su bienestar tratamos día a día de mejorar los aspectos que creemos están mal en nosotras y de reforzar los que vemos nos funcionan con ellos. También nos volvemos todólogas y nos convertimos casi casi en pulpos. Como mamás nos toca hacerla de enfermeras, psicólogas, confidentes, maestras y administradoras de nuestro tiempo, recursos materiales y económicos; aprendemos a desarrollar o reforzar nuestra paciencia y tolerancia a la frustración y a trabajar en equipo; aprendemos a ser más responsables; desarrollamos nuestros sentidos y somos capaces de percibir con ellos mucho más.

Así que en vez de que las empresas vean como un negativo que las mujeres dediquen una temporada a ser madres de tiempo completo, deberían considerar este aspecto como positivo ya que ser mamá requiere de mucho VALOR, RESPONSABILIDAD Y DEDICACIÓN. Créanme, por esta misma razón las mujeres desempeñamos los trabajos mejor que los hombres y no lo digo por hablar, encuestas lo han demostrado.

Muchas felicidades mamás.

Nos leemos el próximo domingo.

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