Los problemas auditivos van en aumento entre la población, debido a que la salud de audición ocupa un segundo plano entre los males que la gente se atiende en un consultorio médico, reveló Alfredo Romero Díaz, foniatra del Hospital del Niño Poblano (HNP).
Destacó que entre los jóvenes el uso constante y prolongado de audífonos para escuchar música o las diferentes aplicaciones de teléfonos móviles, genera serios problemas de audición que lentamente afectarán la captación de sonidos a su alrededor.
Explicó que el principal inconveniente se centra en el volumen, por arriba de los 70, 80 y hasta más de 100 decibeles, por lo que recomendó usarlos en un máximo de 60 decibeles y por periodos de 30 minutos.
El experto abundó que otras causas de la pérdida de audición entre la población juvenil es el alto consumo de tabaco, alcohol y el uso excesivo de medicamentos.
En cuanto a los adultos, el médico comentó que los daños al oído se generan por el ruido que existe en sus centros de trabajo, como una máquina de fábrica o el sonido permanente del claxon de un auto o una motocicleta, por mencionar algunos.
Con relación a las persona de la tercera edad, la falta de audición es como consecuencia de otras enfermedades, sobre todo crónico-degenerativas, y también por sobre medicación.
Romero Díaz detalló que los niños registran daños a su sistema auditivo a partir del momento en que nacen o bien durante los primeros meses de vida a causa de problemas congénitos como prematurez, malformaciones cráneo faciales, antecedentes familiares de sordera, infecciones y el uso de medicamentos tóxicos.
Aunque dijo que actualmente es fácil prevenir este tipo de enfermedades a través de la realización del tamiz neonatal, prueba que revela el estado de salud integral de un recién nacido.
El HNP se han colocado 300 auxiliares auditivos a menores de edad y 32 más recibieron un implante a través de cirugía.
“Es importante realizarse una valoración auditiva al menos una vez por año. Desafortunadamente este tipo de problema se detecta siempre tarde porque la capacidad auditiva pasa a segundo plano y al ser un sentido tan autónomo no se le toma la importancia necesaria pero es nuestra obligación cuidarlo”.
