Más cuidadosos deberían ser aquellos políticos y servidores públicos que sólo abren la boca para decir estupideces, para tratar de meterse al tema del robo de hidrocarburo (huachicol) en Puebla y para sacar raja política.
Parece que no se han dado cuenta que el tema es delicado y podría revertirse en su contra si es que no tienen el tacto y la sensibilidad para tratarlo.
Porque ya suficientemente está manoseado y tergiversado por los medios sensacionalistas como para que vengan ahora cualquier hijo de vecino a querer descubrir el hilo negro del tema.
O para querer espantar con el petate del muerto lanzando acusaciones a diestra y siniestra responsabilizando a medio mundo sin prueba alguna en la mano.
Es una pena que un asunto de tal envergadura, en el que está en duda nuevamente el trabajo y la credibilidad del Ejército Mexicano, esté siendo utilizado para sacar raja electoral con miras a los comicios del 2018.
Es el caso de los priistas -pro morenistas- Javier López Zavala y Alejandro Armenta Mier.
Ambos, han lanzado acusaciones graves que parece no han medido bien, por lo que, repito, podrían rebotarles y generarles sendos problemas.
Los dos acusaron recientemente que el fenómeno del huachicol es obra y gracia del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, a quien responsabilizaron directamente de la proliferación de las tomas clandestinas en los ductos de Pemex.
Zavala incluso recordó que en el sexenio marinista, en el que, por cierto, él fue amo y señor (secretario de gobernación), apenas se detectaron unas 40 perforaciones clandestinas, mientras que en el sexenio pasado se elevaron a más de mil 600.
¿Pues que hizo él para detener el fenómeno del huachicol?
Sería bueno que nos contara.
Otra gran consideración que lanzó recientemente el creador del malogrado proyecto Z es que el ejército debe volver a sus cuarteles y dejar el trabajo que realiza a las autoridades del estado, particularmente en el llamado Triángulo Rojo y en Palmarito Tochapan.
Y un razonamiento más del priistas-marinista, y disque pejista, es que la ordeña de los ductos se debe a que los habitantes de todo el triángulo rojo viven en pobreza extrema.
Es decir que Zavala justifica la delincuencia, el trabajo que realizan los habitantes de esas regiones como halcones, vigías, empleados, pistoleros, matones de militares y encargados del huachicol y del crimen organizado, sólo porque así se ganan la vida.
Ya sólo le faltó decir que los huachicoleros no tiene la culpa de robarle a Pemex, ni de que sus ductos atreviesen Puebla.
Lo que Zavala debería hacer es quedarse callado y evitar escupir más tonterías que, insisto, podría revertirse en su contra.
Porque “el señor Z” siempre ha presumido que él ha recorrido todo el estado mil veces y que es amigo de todos los poblanos, particularmente de los que viven en la Sierra de Puebla.
Lo que no ha dicho es por qué en ninguna de sus giras se dio cuenta del grave problema del huachicol, del incremento en las tomas clandestinas y de lo bien que viven algunos ciudadanos dedicados a esta práctica.
Extrañamente, como los ediles que gobiernan los municipios que forman parte del triángulo rojo y la franja del huachicol, Zavala tampoco escuchó ni vio nada del fenómeno.
¿Qué extraño, no?
¿O lo vio y se hizo guaje?
Y lo mismo sucede en el caso de Alejandro Armenta, quien aunque ha sido más cuidadoso en sus declaraciones también ha contribuido al clima de incertidumbre que hay en Puebla por el robo a los ductos de Pemex.
Por lo menos Armenta ha preferido no hablar ni del caso Palmarito directamente, ni de la supuesta responsabilidad del ejército en las presuntas ejecuciones.
Armenta se ha dedicado más a aprovechar las cámaras, las grabadoras y los micrófonos de los medios para acaparar espacio y hacerse promoción gratis en las páginas de los diarios impresos y digitales.
Suficiente ya tiene el priista con el hecho de que ahora todos le hacen el feo en el grupo parlamentario del PRI en la cámara baja del Congreso de la Unión.
Porque dicen que él no huele a huachicol sino a Morena.
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Una aclaración de Posdata
Al buzón de Posdata ingresó un correo que traía como mensaje un reclamo airado por la realización de un supuesto texto, a nombre de Alfonso González, divulgado en un medio ajeno a los que se publica esta columna.
Así que para evitar confusiones y herir susceptibilidades bien cabe la aclaración de que la columna Posdata, junto con el nombre de su autor, se publican única y exclusivamente en dos medios, en Síntesis y en Reto diario.
Por lo tanto no soy responsable de opiniones o editorial que aparezcan en otros medios que no sean los ya citados.
Mucho agradezco a quien me hace el honor de publicar Posdata en su medio cuando así lo considera pertinente; sin embargo, cuando eso sucede se otorga el crédito tanto a Posdata como a Alfonso González.
Servidos.
En twitter: @poncharelazo