Los desechos nucleares generan un gigantesco problema no resuelto. Un ejemplo clarísimo es la situación en los Estados Unidos. Como ya se ha comentado en esta columna, el país tiene un único sitio de confinamiento subterráneo de residuos radiactivos en Carlsbad, Nuevo México: la Planta Piloto para Confinamiento de Residuos: WIPP por sus siglas en inglés. El 14 de Febrero del 2014 un accidente dentro de la planta ocasionó una fuga radiactiva que la tuvo paralizada durante tres años. Recientemente se reanudaron las actividades. Allí se espera almacenar a todos los residuos radiactivos generados en Estados Unidos desde los comienzos del desarrollo de la energía nuclear, hace más de 70 años. La basura radiactiva llega desde todo el territorio de los Estados Unidos. Uno de los lugares desde donde se envían a la planta de Carslab es Hanford.
El Sitio Hanford (Hanford Site) está ubicado en el Condado de Benton, en el Estado de Washington y ocupa una superficie de mil quinientos kilómetros cuadrados. Está limitado al norte y al este por el río Columbia. Allí se desarrollaron actividades relacionadas con la energía nuclear desde 1943. Las poblaciones de White Bluffs y Hanford fueron evacuadas con urgencia para construir las instalaciones. Las 177 personas enterradas en el cementerio de White Bluffs también fueron trasladadas a otra localidad. Casas y huertas fueron quemadas para liberar el terreno.
Durante muchos años en el Sitio Hanford se produjo plutonio para miles de armas nucleares, entre otras actividades. El plutonio de las bombas que se arrojaron en Hiroshima y Nagasaki provenía del Sitio Hanford. Llegaron a estar en funcionamiento 9 reactores nucleares. En la actualidad no hay instalaciones de producción de material radiactivo en Hanford. El gran problema son los millones de toneladas de residuos químicos y radiactivos allí almacenados en túneles y tanques que presentan fugas que frecuentemente contaminan a los trabajadores.
Un estudio de hace dos años advirtió del peligro de colapso de los túneles que contienen material radiactivo. El 10 de Mayo, cerca de la planta de extracción de plutonio y uranio (PUREX) dentro del sitio Hanford, se descubrió que uno de los túneles había colapsado. Se declaró un estado de emergencia. Se prohibieron los vuelos sobre la zona y los trabajadores no esenciales para controlar la situación fueron enviados a sus domicilios. Posteriormente las autoridades declararon que no había habido emisión de radiactividad. Muchos no creyeron estas afirmaciones dada la larga historia de encubrimiento que tiene la industria nuclear.
Está previsto que los envíos desde la planta de Hanford al recientemente reactivado confinamiento de Carlsbad se reanuden recién dentro de tres años, si otro accidente en Nuevo México no lo impide. Mientras, el reloj de la bomba de tiempo que es Hanford sigue funcionando.