Caracas. La vieja casa donde el fallecido presidente Hugo Chávez pasó parte de su infancia en la ciudad suroccidental de Barinas fue incendiada el lunes por manifestantes en medio de disturbios que dejaron al menos tres fallecidos, oficinas públicas quemadas, comercios saqueados y una instalación de la Guardia Nacional atacada.
Decenas de manifestantes, algunos con los rostros cubiertos con camisetas, bloquearon algunas de las principales vías de Barinas, capital del estado del mismo nombre, e incendiaron la vivienda donde creció Chávez cerca del centro de la ciudad, indicó a The Associated Press el diputado opositor Pedro Luis Castillo, habitante de esa localidad.
Castillo dijo que también fueron incendiadas las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral, del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela y de un instituto estatal de vivienda.
La protesta se salió de control luego de que el joven Yorman Bervecia, de 19 años, cayera herido por arma de fuego en medio de un enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para tratar de dispersarlos, relató el congresista. Bervecia murió poco después en un ambulatorio de Barinas.
Acto seguido, los manifestantes se abalanzaron hacia una comandancia de la Guardia Nacional, donde se enfrentaron con piedras y otros objetos contundentes a los militares, tomaron la instalación y realizaron destrozos en las oficinas. Asimismo, quienes protestaban atacaron algunas dependencias policiales y un hospital de esa localidad, según confirmó el vicepresidente Tareck El Aissami en una transmisión de la televisora estatal.
De manera simultánea a las protestas, en las calles comenzaron a aparecer personas en motocicletas que saquearon decenas de comercios.
“Hay una anarquía total”, afirmó el congresista al relatar que algunas zonas de Barinas donde se registraron los saqueos quedaron sin ningún tipo de resguardo de los cuerpos de seguridad.
Horas más tarde, la Fiscalía General confirmó la muerte de otras dos personas durante las protestas en Barinas, entre ellos un joven de 22 años identificado como Adonis Pérez.
El diputado opositor Freddy Superlano dijo a la AP que en las protestas resultaron heridas 53 personas, de las cuales 24 sufrieron lesiones por arma de fuego.
Los disturbios de esa ciudad agrícola se dieron en medio de una nueva jornada de protestas convocadas por la oposición en Caracas y otras ciudades, con el fin de exigir la apertura de un canal humanitario para permitir el ingreso de medicinas y hacer frente a la crisis en el sector salud por la escasez de medicamentos e insumos en los hospitales, que según los gremios del sector supera el 90%.
Dilfren Jiménez, un enfermo renal de 16 años, ingresó el domingo en la noche a las estadísticas de fallecidos por la crisis del sector salud: murió a consecuencia de una infección que contrajo a principios de año en la unidad de nefrología de un hospital infantil del norte de Caracas y que no pudo ser tratada por falta de antibióticos, dijo a la AP Francis Moreno, tía del adolescente.
El caso de Jiménez y otras personas que han muerto en los últimos meses por la falta de medicinas llevó el lunes a varios miles manifestantes y médicos, vestidos con batas blancas, a tomar algunas calles del este de la capital para tratar de marchar hacia la sede del Ministerio de Salud, en el centro de Caracas.
Centenares de policías y guardias nacionales, con equipos antimotines, bloquearon a la marcha por una avenida del este, lo que llevó a miles de manifestantes a tomar la principal autopista para tratar de avanzar hacia el centro. Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los inconformes y reestablecer el tránsito.
En la ciudad central de Los Teques, en las afueras de Caracas, también ocurrieron incidentes violentos cuando decenas de manifestantes se enfrentaron con piedras y otros objetos contundentes a las fuerzas de seguridad.
En el municipio capitalino de Baruta, al este de la capital, y en la ciudad sureña de Puerto Ordaz, estado Bolívar, se reportó el ataque e incendio de varios autobuses estatales.
Al menos 51 personas han fallecido, más de mil han resultado heridas y varios centenares permanecen detenidas luego de casi dos meses de protestas a raíz de dos sentencias que el máximo tribunal emitió contra el Congreso a finales de marzo, y que luego revirtió.
El Aissami declaró que en distintos operativos desplegados por los cuerpos de seguridad en Caracas y otras ciudades del interior fueron capturadas en las últimas horas al menos dos decenas de personas bajo cargos de prestar apoyo financiero y logístico a los manifestantes, entre ellos un supuesto miembro del partido opositor Voluntad Popular identificado como Jorge Machado Jiménez, quien fue acusado de dirigir “las acciones de los grupos de choque».
El vicepresidente también destacó que el lunes en la madrugada la Policía Nacional «logró la captura de 16 terroristas que formaban parte de la célula armada… que tenían sitiadas a varias comunidades» en el suroeste de la capital, con el propósito de “forzar un paro”.
«Estamos enfrentando una agresión de fuerzas violentas», afirmó la víspera el presidente Nicolás Maduro al acusar a su par estadounidense, Donald Trump, de apoyar a los opositores en un complot contra su gobierno. El mandatario señaló a la coalición opositora de impulsar acciones de violencia “nazi-fascistas” contra partidarios del gobierno.
En una rueda de prensa en que puso en duda la versión gubernamental sobre los hechos de violencia más recientes, la alianza opositora acusó al gobierno de Maduro de ser «capaz de hacer cualquier cosa para desvirtuar la lucha pacífica».
En ese sentido, el diputado José Manuel Olivares expresó que «llama la atención que cuando se producen esos hechos no aparecen efectivos de los cuerpos de seguridad», a diferencia «de lo que ocurre cuando se trata de las movilizaciones pacíficas» convocadas por la oposición.
La alianza ratificó «su compromiso con la protesta pacífica. La Unidad no promueve linchamientos, no promueve saqueos, no promueve situaciones barbáricas».
Maduro exigió a la Fiscalía General investigar el caso del hombre que fue quemado el sábado bajo confusas circunstancias por un grupo de personas en los alrededores de una plaza en el este de la capital.
El excandidato presidencial Henrique Capriles manifestó que era sospechosa la postura que asumió el gobierno en el caso del individuo quemado y pidió también a la Fiscalía investigar el hecho.
“Estamos enfrentando unos diablos criminales. Los creo capaces de quemar a alguien para tratar de desvirtuar… lo que es la protesta legítima del pueblo venezolano”, acotó.