En el umbral de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Nortamérica (TLCAN), a México le urge un programa nacional de desarrollo industrial, afirmó el presidente de la Coparmex Hidalgo, Ricardo Rivera Barquín.

Un programa, dijo, que propicie una estrecha coordinación entre las estrategias de corto, mediano y largo plazo del gobierno federal y las empresas, que permitan elevar la inversión privada, captar nueva inversión extranjera directa, aumentar el contenido nacional de las exportaciones, generar más patentes mexicanas y crear las condiciones para que las micro, pequeñas y medianas empresas tengan acceso a financiamiento en condiciones más accesibles.

Además, es indispensable trabajar en una estrategia interna para fortalecer a México, con el objeto de diversificar nuestros mercados y reducir la alta dependencia de nuestra economía hacia los Estados Unidos, donde enviamos hoy cerca del 80 por ciento de todas nuestras exportaciones.

En el caso concreto de Hidalgo un 18.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del estado se relaciona con las exportaciones a Estados Unidos.

No perdamos esta oportunidad de reacomodar la estructura económica regional, para generar oportunidades de desarrollo y también con ello la generación de empleos de más calidad para los mexicanos; ese es el camino hacia el bienestar”, citó el empresario.

La renegociación del TLC marcará el futuro de las tres economías de Norteamérica, afirmó, para recordar que dicho acuerdo fue un parteaguas para la región en 1994 y creó enormes expectativas de que sería un factor para ayudar a reducir las asimetrías en la región a través de una mayor integración.

Tuvo este acuerdo un efecto muy profundo: en los primeros 20 años el comercio se triplicó, alcanzando un trillón de dólares anual entre los tres países.

Por ejemplo, el comercio bilateral entre México y Estados Unidos se incrementó en ese periodo un 506 por ciento; y por su parte el intercambio entre Canadá y los Estados Unidos creció en un 192 por ciento, mientras que el intercambio de Estados Unidos con el resto del mundo se incrementó en un 279 por ciento”.

Destacó sin embargo que más allá de estas cifras, el gran valor de este acuerdo trilateral ha sido la certeza jurídica que ha dado México en materia de comercio e inversiones.

Por ello debemos como país prepararnos a fondo para renegociar el Tratado de Libre Comercio, el cual se espera que se parezca en mucho a la negociación del Tratado de Asociación TransPacífico, el TPP, con mayores y más derechos laborales, y especificaciones sobre regulaciones ambientales”.

El empresario consideró que México debe estar preparado para abordar otros temas que seguramente se revisarán, como la propiedad intelectual, las practicas regulatorias, la coherencia regulatoria, las empresas gubernamentales, los servicios de telecomunicaciones, los procesos aduaneros, las medidas sanitarias y fitosanitarias, así como lo referente a las pequeñas y medianas empresas y el comercio electrónico.

Afortunadamente, hizo notar, que hasta el momento las variables macroeconómicas y los mercados financieros han respondido positivamente al anuncio del inminente inicio de las negociaciones del nuevo Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.

Las expectativas para 2017 en general se han revisado a la alza, hacia un escenario más optimista.