La titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga, aseguró que la prevención es el menor costo que se enfrenta para reducir los riesgos que implican los desastres naturales en el país.

Por ello, apuntó ante delegados de 40 países, el gobierno federal ha desarrollado una importante inversión de trabajo y recursos para reducir las contingencias y apoyar a las ciudades que puedan enfrentar algún daño causado por fenómenos naturales.

Al copresidir la Reunión Ministerial “Integrar la reducción de riesgo de desastres a la planeación económica integral”, celebrada en Cancún, Quintana Roo, destacó logros como la Red de Ciudades Resilientes, los Perfiles de Resiliencia Urbana y algunos capítulos en la nueva Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano.

En un comunicado, la Sedatu informó que de acuerdo con información del gobierno federal, entre 2000 y 2012 los desastres naturales cobraron mil 986 vidas humanas y dejaron costos por 248 mil millones de pesos. A la fecha, 87.7 millones de mexicanos viven en zonas de riesgo, de las cuales 79.5 por ciento habita en zonas urbanas y semiurbanas

Indicó que México elaboró una Guía de Resiliencia Urbana, documento al que deberán adecuarse todos los municipios del país a fin de anticipar, mitigar, poner en pie, incluso preservar las fuentes de trabajo luego de algún desastre natural.

La dependencia explicó que la Reunión Ministerial busca analizar los avances alcanzados en los últimos dos años en la implementación del Marco de Sendai (Japón) en la reducción del riesgo de desastres naturales.

Precisó que el gobierno mexicano también ha financiado la elaboración de 225 Atlas de Riesgos Municipales, conformó la Red de Ciudades Resilientes y realizó los primeros 16 Perfiles de Resiliencia Urbana para precisar los factores que inciden en la capacidad de resistir y recuperarse de un desastre.

Asimismo, adecuó la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano a los estándares internacionales de protección civil; estableció Normas de Resiliencia Obligatorias y canceló las autorizaciones para crecimiento urbano en zonas de riesgo que no tomen medidas de mitigación.

Se desarrolló con «una visión transversal de todo lo relacionado con la gestión de los riesgos y la resiliencia, no como un aspecto correspondiente sólo a una área del gobierno, sino de todas las áreas, sobre todo las vinculadas a la infraestructura, al desarrollo urbano y territorial”, resaltó la funcionaria.

Sostuvo que la visión de género es fundamental para la prevención de riesgos y en la resiliencia “porque mujeres y niñas también sufren de manera importante en condiciones de desastre y están sujetas todavía a una mayor violencia cuando ocurre un desastre natural”.

“Nuestro proceso de urbanización nos obliga a realizar acciones para fortalecer la Gestión Integral de Riesgos de Desastres. Por eso en México hemos asumido la Nueva Agenda Urbana y el acuerdo 11 de Hábitat III para crear ciudades sustentables, compactas, resilientes y seguras”, agregó.

El foro fue copresidió por el representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, Robert Glasser.