A todo ser humano le llega ese momento en la vida en que después de un tiempo de una bella relación sentimental, se ve forzado a experimentar aquel inevitable momento que a todos causa pánico: ¡conocer a los padres de tu pareja!
El escritor, actor y comediante norteamericano Jordan Pelee, utiliza esta premisa para escribir y dirigir su opera prima titulada “¡Huye!” (Get Out), en la cual cuenta la historia de Chris (Daniel Kaluuya), un joven fotógrafo afroamericano quien enamoradísimo de una chica blanca (Allison Williams) tendrá que enfrentar esta situación que a todos incomoda y aterra a la vez.
Como un presagio, Chris comienza a experimentar situaciones extraordinarias previo a su llegada a la casa de la familia Armitage, y como avanza su estadía después de su arribo, junto a su linda novia, las cosas se empiezan a poner peor de misteriosas con una familia la cual “espera que no sean racistas”.
Pelee juega de forma extraordinaria con su premisa, utiliza el tema del racismo que está más vigente que nunca en esta época “Trumpista” y juega con este para empezar a construir su relato que encuentra su balance entre el thriller, el terror y la comedia “negra” (sin intentar sonar chistoso).
El actor Daniel Kaluuya logra un protagónico memorable, como este joven que se debate entre la paranoia o descubrir una posible verdad que se oculta en la historia de esta familia la cual recién acaba de conocer, enfrentándose a situaciones que mucho tienen que ver con estereotipos clasistas, señalamientos raciales y el temido “no pertenezco a este grupo de personas”, tanto por sus creencias como su forma de vivir.
El novato director inicia haciéndole creer al espectador que será testigo de una típica película de terror, pero como avanza la trama, Pelee evade con creces los clichés en los que las cintas de este género suelen caer, enfocando su estilo narrativo en este balance que aporta la comedia negra con diálogos ácidos y atinados como elemento clave de la trama.
A Kaluuya lo acompañan unos engañosos Bradley Whitford y Katherine Keener, como los temibles padres de la novia, así como un memorable LilRel Howery como el mejor amigo de Chris quien representa el clásico mantra de la amistad “te lo dije”.
La cámara en la cinta no busca evitar ser evidente, hace énfasis en los detalles de lo que va rodeando al personaje, evidenciando su astucia, pero cediendo al cariño hacia su novia y a su incredulidad sobre la forma en que los Armitage se van desenmascarando.
La película pudo caer en los clichés y ser totalmente predecible, pero cada minuto que avanza logra ir hundiendo más al espectador en su hipnótica narrativa cargada de giros de tuerca, situaciones cómicas, una atmósfera asfixiante y de paranoia que cuestiona constantemente al espectador ante la situación que el protagonista experimenta.
Aplaudo totalmente el salto a la dirección de Jordan Pelee, quien logra dar una de las propuestas más interesantes de este año no solo en el género del terror, sino dentro del cine comercial en general ante una temporada veraniega que parece dejará mucho que desear este año ante ofertas carentes de originalidad.
Olvídense del regreso del Capitán Jack Sparrow, “¡Huye!” es la opción para este fin de semana ante una cartelera pobre y desalentadora.
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