Washington. El presidente Donald Trump está considerando reacomodar a su personal en la Casa Blanca y regresar a estrategas clave de su campaña, frustrado por la incapacidad de su equipo para contener la pujante crisis sobre una supuesta intromisión de Rusia en las elecciones del año pasado.

Grandes equipos de abogados y experimentadas manos en relaciones públicas están siendo contratados para lidiar con la cascada de revelaciones sobre la interferencia de Moscú y posibles acuerdos inapropiados con colaboradores y socios de Trump. Las revelaciones persiguieron al presidente en su primer viaje al extranjero y amenazan con abrumar y paralizar la agenda de su joven administración.

Trump regresó el sábado de su viaje de nueve días a una Casa Blanca en modo de crisis, con una avalancha de informes involucrando a Jared Kushner, su yerno y asesor.

Un mitin planeado para el jueves en Iowa se pospuso debido a «un cambio imprevisto» en el calendario de Trump.

El domingo, el mandatario trató de disipar la imagen de una administración en desorden, calificándolo todo como “noticias falsas”. En una serie de furiosos tuits, Trump dijo que “muchas de las filtraciones que salen de la Casa Blanca son puro invento”. Agregó que es “muy posible que esas fuentes no existan sino que son inventadas por autores de noticias falsas”.

Los informes más recientes en el asunto de Rusia dicen que Kushner habló con el embajador de Rusia en Estados Unidos sobre la creación de un canal secreto de comunicaciones con Moscú durante la transición presidencial.

Marc Kasowitz _un abogado de antaño de Trump_ se unió a un equipo jurídico aún en formación para ayudar al presidente en las investigaciones de la interferencia rusa en las elecciones y la participación potencial de sus colaboradores. Se espera la llegada de más abogados con experiencia en investigaciones en Washington, junto con expertos en comunicación de crisis, para ayudar a la Casa Blanca en las próximas semanas.

“Necesitan poner en cuarentena todo y mantener las investigaciones en una operación de comunicaciones separada”, dijo Jack Quinn, quien fue abogado de la Casa Blanca durante el mandato de Bill Clinton.

Cuando surgió la investigación por el caso Monica Lewinsky, la Casa Blanca trajo a un grupo dedicado de abogados y creó una operación separada de los medios para manejar las investigaciones relacionadas con el caso para que no opacaran completamente la agenda del presidente Clinton.