François Marie Arouet conocido por el seudónimo Voltaire, es célebre por haber sido hombre prolífico en los siguientes campos del conocimiento: filosofía, historia, derecho y literatura. En esta última afición cultivó el ensayo, sus aportes intelectivos enriquecen la ilustración y quedan escritas en enciclopedias. Los participantes del enciclopedismo contribuyen el avance a las ciencias en el sentido laico, liberación de valores universales, redime la igualdad, fraternidad y la tolerancia entre otras. Es así, el comienzo de la libertad de pensamiento mantenidas durante el obscurantismo dando paso a la ilustración.
Los aportes filosóficos de los enciclopedistas, trascienden en la política, acciones sociales y en conocimientos científicos en Francia. Con el desarrollo de estos conocimientos sigue la revolución francesa que aporta beneficios políticos y sociales a la humanidad a través de la práctica en los Derechos humanos, proyecto de crear la República, abolición de la monarquía, e instituir la Constitución y el contrato social entre los hombres a actuar en libertad e igualdad en un estado constituido en la división de poderes.
De esta manera volvamos a un estudioso de la sociedad y de sus instituciones del cual, “no es posible concebir a nadie menos contemplativo que Voltaire, sólo le interesa de verdad las cuestiones referidas a la acción humana: sea la acción científica que transforma la realidad material en que vivimos, sea la acción moral que la enmienda y reforma las instituciones sociales que nos organizan”.
En todas las sociedades han tenido sus mártires y victimarios en la Francia de su tiempo, los grupos de interés aplicaron medidas drásticas ´para sus opositores, en otra de sus obras se señala que en el año de 1765 defiende a un joven de apellido de la Barre acusado de destruir crucifijos por consiguiente fue torturado, decapitado y quemado. Voltaire defendió al acusado a través de la redacción de uno de sus libros con el título de “tratado sobre la tolerancia”.
Ante este hecho demostró su preocupación por la libertad de cultos “Un hombre preocupado por el bien público, por la humanidad, por la verdadera religión, ha publicado, en uno de sus escritos a favor de la inocencia, que los tribunales cristianos han condenado a muerte a más de cien mil pretendidos brujos. Si juntamos a esas masacres jurídicas el número infinitamente mayor de herejes inmolados, esta parte del mundo no parecerá más que un vasto cadalso cubierto de verdugos y de víctimas, rodeado de jueces, esbirros y espectadores”.
Han pasado algunos siglos desde la gestación del valor de la libertad en todas sus facetas de pensamiento; asociación, expresión, pensamiento y de cultos entre otro; y aún sigue vigente estas conquistas y la muestra palpable la sigue mostrando la Francia de hoy con la participación de la sociedad ante hechos de intolerancia causado por grupos ajenos a su filosofía de vida.
La prensa nacional y extranjera dio a conocer la participación de la sociedad civil ante el asesinato de comunicadores sociales, consientes del desarrollo político moderno, cerca de 4 millones de franceses acudieron a la marcha para defender la libertad de expresión , de esta manera se solidariza con los deudos de los doce fallecidos y le recuerda al estado de cumplir con la seguridad de los ciudadanos y de la profesión de periodistas.
El asesinato de los comunicadores sociales en México ha sido condenado por sociedades y autoridades extranjeras y asociaciones económicas como lo es la Comunidad Económica Europea, y varias cadenas periodísticas como Washington Post, la embajada de Estados Unidos bajo la representación de Roberta Jacobson quien ha externado su preocupación.
Otra muestra de inquietud la dio el diplomático canadiense Pierre Alarie, quien nombró a cada uno de los cinco reporteros que han sido asesinados durante el 2017. En sus palabras:
“Tengo un especial respeto hacia los periodistas mexicanos que viven amenazas y arriesgan su vida todos los días, pero a pesar de eso siguen trabajando con pasión, señalando los desafíos a la seguridad, la impunidad, la corrupción y la falta de transparencia”.
Pregunto a los lectores, a la sociedad civil en su conjunto y a la clase política mexicana en general: ¿Hay algo por aprender de la capacidad de reacción francesa ante la tragedia?, ¿Qué esperamos los mexicanos en días venideros?, finalmente comparto la frase célebre de Voltaire.
“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo viviendo”.