¡De escándalo! Las alzas de precio en los últimos días en productos de primera necesidad causan espanto a los consumidores que ven cómo el aceite comestible, el café instantáneo, los chiles envasados, las carnes frías, los productos para el aseo personal y del hogar, además del jitomate y las frutas y verduras en general suben de precio ante su impotencia.

Una escalada de precios se ha dado en los últimos días en las sucursales de las distintas cadenas de supermercados que operan en la ciudad.

Es el caso de las tiendas de Aurrerá, en donde el litro de aceite Sabrosano pasó de venderse en 18.90 pesos el litro, a 23.50 pesos; el kilogramo de jamón Barcelona que se vendía en 92 pesos el kilo hoy cuesta 104 pesos, y un acondicionador para el cabello marca Elvive, en presentación pequeña, dejó de costar 13.90 y se vende en 16.90 pesos.

Los consumidores resienten además que en tiendas de la cadena Soriana los detergentes hayan registrado un alza en el precio de entre un 10 y un 15 por ciento, en especial las marcas de gran prestigio y detergentes líquidos.

Se resiente, en ambas cadenas, que productos como los suavizantes de ropa haya elevado su precio sustancialmente, como es el caso de la marca Suavitel, de 749 mililitros, cuyo precio pasó de 11.90 a 16.90 pesos, y los envases de cartón con 1.8 litros, que hace un año costaban alrededor de 19 pesos, hoy se vendan en 36 pesos, en promedio.

Los cortes de carne de res alcanzan precios que resultan excesivos para muchas familias, como 132 pesos el kilogramo de carne molida; 149 pesos el kilo de pulpa en trozos, y 154 pesos el kilogramo de bistec; cortes que hace un año se vendían en 86, 119 y 124 pesos, respectivamente.

Aunque con precios variables por temporada, se han incrementado también los precios de la manzana roja importada, que hasta hace unos días se vendía en 19:50 pesos y hoy se ofrece en 27 pesos el kilo, o la papa blanca, que se vendía en 16 pesos y hoy alcanza los 19.90 pesos el kilo.

“Los precios suben y sube, y los salarios siguen iguales”, se quejan amas de casa, como Alma Julia Domínguez, quien calcula que el dinero que destina a la alimentación y despensa básica apenas alcanza para comprar un 60 por ciento de lo que adquiría hace un año.