Por utilizar vocablos en inglés como “Exit” –salida-, “Check In” –chequeo de entrada- y “Check Out” –chequeo de salida-, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), responsabilizó al Hotel Independencia, en el centro de Pachuca, de “afectar la vida, la salud y la economía de los consumidores” y le colocó gigantescos sellos de suspendió actividades… pero permitiéndosele dar el servicio.

La gerente de dicho hotel y presidenta de la Asociación de Hoteles y Moteles, delegación Hidalgo, María del Ángel Sánchez Lozano, vivió directamente “los abusos, prepotencia, discrecionalidades, de autoridades como la Profeco, en esta ocasión”, e hizo un llamado al gobernador del estado, Omar Fayad Meneses, para que se frene lo que consideró una embestida de dependencias federales y estatales contra los hoteleros; “solo de la Profeco tenemos cuatro verificaciones al año, por establecimiento”, citó.

Relató la empresaria en conferencia las que calificó de arbitrariedades por parte del verificador de la Profeco, Gonzalo Lozada, quien acudió al hotel a verificar una denuncia anónima de quien se quejó, vía internet, de que no le fue respetada una reservación “que nunca pagó ni dio adelanto por la misma, venciéndose el plazo para hacerlo”.

Al ver que no existía la irregularidad motivo de su visita, continuó, “se puso a buscar por todo el hotel hasta ver qué encontraba, y finalmete dio con que teníamos palabras en inglés, aunque mundialmente conocidas”.

Después de emplear casi dos horas para llenar espacios en un acta de cuatro hojas, “y puedo tardarme seis horas”, asegura la hotelera que le dijo el verificador, fueron colocados en el hotel dos avisos de suspensión de actividades, “pero le pregunté si debía dejar de vender, de cerrar, y me dijo que no, que podía seguir trabajando”.

En la actuación del funcionario público “de nada sirvió que le pidiera fundamento legal para la suspensión de actividades, pues sólo me citó un artículo de la ley pero sin darme el contenido del mismo; luego busque y encontré que esa norma se aplica a las palabras en idioma extranjero en envases de envases de alimentos y bebidas, no dice nada de hoteles”, aseguró.

Destacó la empresaria que “estamos saturados de visitas de inspección de autoridades de todo giro; pero lo que es peor, imponen los verificaciones criterios personales; ojalá y contáramos realmente con manuales que nos permitieran conocer qué límites tienen las dependencias y con toda precisión cuáles son nuestras obligaciones”.

La hotelera destacó que “no es con actitudes arbitrarias, a discreción personal de los funcionarios, como se atraerán inversiones a Hidalgo, como se alentará la apertura y mantenimiento de empresas”.

 

Hotel Emily, multado con 10 mil pesos

Presente en la conferencia de prensa se encontró la gerente de los hoteles Emily y Ciros, también ubicados en el centro de la ciudad, quien explicó que al no responder dentro del plazo legal a una verificación de Profeco, en plena Semana Santa, y pasarse los días jueves, viernes y sábado santos “pues pensamos erróneamente que no eran hábiles”, se aplicó al hotel Emily una multa de 10 mil pesos.

Multas que ya son pagadas directamente a la Profeco y no a la presidencia municipal, como se realizaba anteriormente.