Los precios de los alimentos perecederos se mantienen a la alza, lo que lleva a pensar en una inflación superior a la de 6.17 por ciento alcanzada en el mes de mayo.
Un recorrido por la Central de Abastos de Pachuca permitió observar, ayer, que el precio de alimentos de gran consumo como el jitomate se mantiene elevado, de entre 12 pesos el kilo, muy maduro y de baja calidad en general, hasta el de 18 pesos, firme, de buen color y tamaño.
Jitomate que en los mercados de la ciudad y las tiendas de autoservicio se comercializa con precios que varían entre los 18 y 27 pesos el kilogramo.
Igualmente se mantiene cerca de las nubes el precio del aguacate Hass, de buen tamaño, firme y hueso pequeño, que en la Central de Abastos se vende en promedio en 55 pesos el kilo; en 65 pesos en los mercados y en 72 pesos en tiendas de autoservicio.
Llama la atención la proliferación de la venta del aguacate de cáscara delgada y hueso grande, que se produce en la Sierra de Hidalgo, y que se vende en puestos al menudeo en la Central de Abastos, en 25 pesos el kilo.
Se multiplica también en estos días la venta de hojas, flores y raíces comestibles, en muchos casos silvestres, cuya producción se incrementa con la lluvia, como es el caso de los nopales, las verdolagas, los quelites, los hualumbos, el romero, el papaloquelite, entre otros, además de hortalizas como habas verdes, calabacitas, tomate verde, entre otros.