El sismo del 15 de junio 1999 en Puebla, también conocido como el terremoto de Tehuacán, dejó en el estado una huella no sólo física, también social y un impacto para generar investigación de la Ingeniería Sísmica por parte de la Upaep, que a 18 años del suceso, celebró un coloquio para abordar las aportaciones hechas para mitigar el riesgo sísmico.
Durante la inauguración del evento que tuvo lugar en el Centro de Vinculación de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), maestro Pedro Luis Díaz, director de la Facultad de Ingeniería Civil, recordó que aquel suceso catastrófico dejó una marca en Puebla por sus efectos destructivos en monumentos históricos, viviendas, escuelas, hospitales, etcétera.
Ello, dejo ver «a la población que somos vulnerables y que no somos ajenos a los desatares naturales. Esta es la razón por la cual año con año la escuela de Ingeniería Civil de la Upaep recuerda esta fecha a través de algún evento académico o de divulgación científica con el fin de no olvidar lo expuestos que estamos a estos fenómenos que se presentan en cualquier momento».
Parte de la labor universitaria, agregó, es crear conciencia y cultura de prevención tanto en los estudiantes como en la sociedad. Aunado a esto, el departamento ha redoblado esfuerzos en investigación y mitigación, a través de una red de registro sísmico que al paso de los años se ha ido modernizando y creciendo de acuerdo al desarrollo tecnológico.
Mucha de la información obtenida ha permitido entender de una mejor manera el fenómeno y poder generar productos de investigación, en este sentido, el coloquio llega como una excelente oportunidad para intercambio de conocimientos y discusión de experiencias en Ingeniería Sísmica, que a su vez deriven nuevas ideas para el desarrollo de proyectos.