La justicia por mano propia se ha vuelto una constante en México, y los linchamientos están a la orden del día en el país.
Recientemente ha circulado en redes sociales un video donde los autodenominados “Justicieros de Irapuato” castigan a dos presuntos ladrones. Dicho video muestra a “El Cocoy” y “El Billy” con lesiones graves en las orejas.
Las imágenes difundidas revelan a los presuntos delincuentes respondiendo al interrogatorio de sus captores:
– ¿Cuáles son los policías que les brindan protección?
– Ahí los del Cereso, el comandante Vargas, el comandante Pérez.
– ¿Qué otro?
– Nada más es a ese.
Desde su página de Facebook, los “justicieros” advierten a quienes efectúan algún tipo de actividad ilícita, que se pueden ver envueltos en la misma situación si no cesan de cometer faltas en contra de la sociedad. Al tiempo que piden apoyo monetario, armas o vehículos y que se sumen a “la lucha sin cuartel”.
Afirman ser “un grupo de personas cansadas por la inseguridad” y desmienten colaboración alguna con el crimen organizado.
Cabe resaltar que ya fue interpuesta una denuncia ante la PGJE por privación ilegal de la libertad, por parte de la mamá de uno de los jóvenes delincuentes.
Al respecto, el subprocurador de Justicia en Irapuato, Ignacio Pérez Ruiz, indicó que se inició una investigación para indagar sobre este grupo y las actividades que realizan.
La búsqueda de la justicia en México
Los niveles de violencia en México son alarmantes, y aunado a ellos, se suma el hartazgo de la ciudadanía ante la impunidad e incapacidad de las autoridades para hacer frente a la delincuencia en diferentes puntos de la República mexicana, disparando los índices de autodefensa.
Pero no sólo en Guanajuato personas han decidido convertirse en los vengadores de sus regiones y hacer justicia por su propia mano; desde tiempos remotos y con un incremento impresionante en 2015, los “justicieros” comenzaron a cobrar fuerza en Ciudad de México y Edomex, siendo Chiapas, Oaxaca, Puebla y Estado de México las entidades que concentran más linchamientos en el país.
Uno de los casos más sonados fue el suscitado en junio de 2016 sobre la carretera México-Pachuca, a la altura de Jajalpa, en Estado de México, donde tres delincuentes intentaron asaltar a los usuarios de un autobús; el saldo: un asaltante muerto en el lugar de los hechos.
Otro más, el sucedido en San Juan Teotihuacán, Estado de México, aquí tres personas fueron retenidas tras ser acusadas de retener a un joven de 17 años; el saldo, dos personas fallecidas y una más herida de gravedad.
Cifras revelan que de los linchamientos que ocurren en México, al menos 33 por ciento se registra en Puebla, México y Edomex.
¡Si te agarramos, te vamos a linchar!
Si nos movemos un poquito más al este de la República, ahí pegadito a Estado de México, encontraremos a Hidalgo, que no está muy alejado de la situación, pues en noviembre de 2011 pobladores de la comunidad de Almoloya, en Cuautepec, intentaron linchar por segunda vez al presunto violador de una menor de 12 años de edad, quien salió libre bajo fianza; el saldo: daños en la cabecera municipal y policías heridos.
Para agosto de 2016, tianguistas de Actopan retuvieron y golpearon a un delincuente; comerciantes del tradicional tianguis detectaron al sujeto apoderándose de mercancía, quien logró ser rescatado por elementos de Seguridad Pública.
Tulancingo, la tierra de El Santo y creadora del suculento “guajolote”, también habría de ser partícipe en la defensa propia, pues en febrero de 2017 un centenar de vecinos del Barrio San Ángel, de la comunidad de Santa María Asunción, colgaron de un árbol a un presunto ladrón que ingresó a un domicilio.
Por otro lado, en la Bella Airosa en mayo de este año, se suscitó también un intento de linchamiento en la colonia Venta Prieta, cuando los vecinos sorprendieron a un trío de rateros a quienes golpearon; el saldo: dos personas lesionadas.
También en mayo, en Puente de Doria, en Huasca de Ocampo, dos presuntos ladrones que fueron asegurados por elementos de la policía municipal y estatal casi perecen al ser golpeados por los habitantes del lugar; durante los hechos, dos fotorreporteros fueron agredidos y despojados de su equipo.
Estamos cansados
Expertos señalan que del total de delitos cometidos en México, solo el 2 por ciento son realmente castigados, situación que promueve más en la ciudadanía el deseo de obtener justicia.
Siguiendo el recorrido por el mapa, aterrizamos en Puebla, donde hartos de la creciente delincuencia que azota a sus comunidades, poblanos han sido de los que más linchamientos han perpetrado en estos dos últimos años.
El 19 de octubre de 2015, en la población de Ajalpan, un grupo de habitantes quemó vivos a dos supuestos delincuentes quienes resultaron ser encuestadores, y a quienes confundieron con secuestradores de niños.
En septiembre de 2016 dos hombres fueron linchados en Chichiquila, acusados por los pobladores de violar a una mujer. Mientras que en las comunidades de Quimixtlán, Huequechula, Tehuacán e Izúcar de Matamoros ocurrieron situaciones similares.
De marzo a la fecha se han efectuado un total de ocho intentos de linchamientos; uno de ellos fue consumado, lo que dejó como saldo siete personas lesionadas y una fallecida. Los más recientes se dieron en los municipios de Tlacotepec de Benito Juárez, Tehuacán y las colonias Xonacatepec y Loma Encantada de Puebla.
En Tlacotepec de Benito Juárez, alrededor de 50 pobladores agredieron físicamente a tres jóvenes, dos de ellos menores de edad, acusados de intentar robar una motocicleta.
Mientras que en Tehuacán, la madrugada del 6 de junio habitantes sacaron de su hogar y violentaron hasta la muerte a un joven de 27 años de edad, conocido por presunto ladrón en la región, a quien le rociaron gasolina y prendieron fuego.
Recientemente, vecinos de Xonacatepec y Loma Encantada retuvieron a dos delincuentes y les propinaron tremenda golpiza. Checa el video aquí:
Cuando la esperanza ya no es suficiente
Estudios muestran que la desconfianza en las instituciones encargadas de velar por la seguridad del país continúa en aumento; tan solo el 7% de los delitos acaban con sentencia en México, situación que provoca un entrelazamiento con viejas tradiciones rurales de justicia comunitaria evocando reacciones violentas en masa.
Chiapas ha sido escenario también de esa búsqueda de justicia. Ante la creciente ola de violencia, asaltos, robos y balaceras, habitantes de la colonia Las Granjas, en Tuxtla Gutiérrez, colocaron lonas en calles y avenidas alertando a delincuentes a que eviten ser linchados por cometer actos delictivos.
Vecinos de la colonia Las Casitas 2ª sección detuvieron a un sujeto intentando asaltar a una mujer, al que luego de propinarle una severa golpiza, lo ataron con lazos a un poste de concreto hasta que la policía llegó al lugar.
Por otro lado, dos presuntos elementos de la Fiscalía General del Estado fueron salvajemente golpeados por una enardecida turba de habitantes y comerciantes del mercado público de Huixtla, luego de que supuestamente se habían estado dedicando a extorsionar a pobladores y locatarios del mercado público municipal “Hidalgo”.
En el municipio de Chiapilla, tres sujetos que fueron sorprendidos al intentar robarse un vehículo, fueron linchados por un numeroso grupo de habitantes de aquella localidad, quienes los arrebataron de manos de elementos de la policía municipal que ya los habían detenido y frente a ellos mismos los mataron; posteriormente les prendieron fuego para incinerarlos.
Mientras tanto en Tlaxcala, en febrero de este año, el repique de campanas alertó a ciudadanos de San Pedro Tlalcuapan, municipio de Chiautempan, de presuntos sujetos que habían hurtado una unidad colectiva y una tienda de abarrotes. Por lo que de inmediato se implementó un operativo vecinal para cerrarles el paso a los hombres que buscaban darse a la fuga. Un imputado se salvó de ser linchado tras ser capturado por los habitantes.
Días después en San Francisco Tetlanohcan del mismo estado, pobladores lograron atrapar a un sujeto que presuntamente intentaba robar una camioneta, por lo que enardecidos lo golpearon y pidieron la intervención de los elementos de la policía de ese lugar, quienes arribaron para evitar que hicieran justicia por su propia mano.
Llama la atención también el intento de linchamiento por parte de pobladores en la comunidad de Santa Cruz Aquiahuac, municipio de Tetlatlahuca, quienes casi le quitan la vida a un hombre acusado de robar un teléfono celular, por lo que la policía estatal logró rescatarlo casi dos horas después al comprometerse a reforzar la vigilancia en el lugar.
El artículo 17 constitucional señala que “ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”; sin embargo, son cada vez más las personas que buscan evitar que la ola creciente de delincuencia afecte su integridad a manos de amantes de lo ajeno.