Mil muertos por semana, un total de 52,000 muertos durante el año 2015. Las cifras preliminares para el 2016 llegan casi a 60,000. Son los muertos por sobredosis en Estados Unidos. De los muertos en el 2015. 33,000 se debieron a opiáceos fundamentalmente heroína y fentanilo. Para los estadounidenses menores de 50 años, ¡la sobredosis es ahora la principal causa de muerte!
Estas cifras las proporcionó el 6 de Junio el Vicefiscal General de los Estados Unidos, Rod J. Rosenstein. “En 1968, hubo 5,000 muertes. En 1990, hubo 8,000. La tasa fue relativamente constante como una proporción de la población estadounidense durante más de 30 años. Luego aumentó más del 500 por ciento en los recientes 25 años”.
La situación configura una verdadera epidemia, una crisis nacional debido al abuso de los opiáceos, y esto fue reconocido por Rosenstein, haciendo una evaluación realista de la situación. Lo que no resultó claro fue el remedio propuesto: “No perdamos un tiempo precioso discutiendo sobre si es mejor llamarlo una crisis de salud pública o un problema de aplicación de la ley.
El Departamento de Justicia está enfrentando esta crisis con todos los medios. Necesitamos utilizar todas las herramientas disponibles: prevención, tratamiento y enjuiciamiento. O sea que se van a desarrollar acciones de prevención y tratamiento de la adicción y de represión del tráfico de drogas: nada nuevo.
La situación es realmente compleja pero aquí faltó un elemento básico para comprender lo que está sucediendo: muchos llegan a hacerse adictos por prescripción médica. En esta columna se trató un problema que persiste hoy día: la gran cantidad de suicidios de militares (Epidemia de suicidios de militares de Estados Unidos, 02/05/2014) que muchos adjudican a la enorme cantidad de medicamentos recetados: ansiolíticos, antidepresivos, antisicóticos, anticonvulsivos, estimulantes… Según datos oficiales la prescripción de opiáceos se cuadruplicó en los Estados Unidos desde 1999 a 2014 sin que hubiera un aumento de los pacientes que padecen dolores intensos. En el mismo período las muertes por sobredosis de opiáceos se incrementaron de forma similar. Según el Instituto Nacional sobre Abuso de las drogas se estima que ¡el 80 por ciento de los adictos a la heroína comenzaron usando calmantes por prescripción médica! Muchas de las muertes recientes por sobredosis, como las del músico Prince, están asociadas al consumo de fentanilo, un opiáceo sintético más potente que la morfina y más mortífero que la heroína.
Si no se controlan las prescripciones médicas injustificadas que generan adicción, ninguna de las líneas de acción propuestas tendrá éxito. Parte de la población seguirá siendo drogada innecesariamente, seguirán apareciendo más adictos, y seguirán las muertes por prescripción médica.