Desde la antigüedad, las mujeres hemos sido víctimas de violencia. Las normas sociales y culturales nos relegaron durante siglos al papel de simples espectadoras del acontecer del día a día obligándonos a callar cualquier maltrato pero sobre todo, a aceptarlo como cosa normal, más aún si el maltratador era nuestro marido.
Actualmente, a pesar de que cada año el sexo femenino alcanza mayores logros en todos los ámbitos (familiar, laboral, económico, socio-cultural y político), sigue imperando en un número significativo de familias esa tradición, que lastima en lo más profundo a quien padece violencia.
Afortunadamente, el “soportar y callar” de antes a pesar de esta situación, ha ido perdiendo terreno gracias a la creación de leyes e instancias gubernamentales que tienen como objetivo acortar cada vez más la brecha entre los derechos de las mujeres y los de los varones, así como brindar atención y apoyo a toda mujer que lo requiera y que haciendo acopio de toda la fuerza de su voluntad, decide romper con la violencia en la que ha estado inmersa. Pero la violencia no solo se circunscribe a las mujeres. Por desgracia los niños y adolescentes también son víctimas de ella, siendo el abuso sexual y el bullying los fenómenos más comunes; el segundo en los últimos años ha ido cobrando auge en el país en todos los niveles escolares.
Por todo lo anterior, el Centro de Justicia para las Mujeres de Puebla, bajo la dirección de la Dra. Alicia de Lourdes Llamas, presentó este martes ante los medios de comunicación una revista llamada “INSPIRA”, elaborada por usuarias del Centro.
La publicación tiene como objetivo dotar de información a mujeres, niños, adolescentes y al público en general acerca de la violencia y de las herramientas jurídicas como legales con las que toda persona puede contar para interponer una denuncia, pero sobre todo, se creó pensando en INSPIRAR a quien la lea, sobre todo en el caso de las mujeres que viven violencia, para poner fin a ésta, porque ver que otras mujeres lograron dejarla atrás para vivir plenas y felices estando libres de maltrato y que se animaron a participar en un proyecto importante venciendo miedos e inseguridades, puede realmente impactar positivamente en la vida de otras mujeres y puede darles el impulso que les falta para decidirse a denunciar a sus agresores.
En la revista se incluyeron artículos, cuentos y juegos realizados por las usuarias, quienes venciendo el temor ante una actividad que nunca habían realizado, lograron un trabajo de calidad marcado por la sensibilidad de quien ha padecido violencia.
Quiero contarles que tuve el gusto y el honor de participar en su elaboración y que me siento muy contenta de haber podido contribuir en un proyecto que mis compañeras y yo esperamos logre los objetivos que nos planteamos.
Quiero hacer un reconocimiento a quien nos lideró desde el inicio hasta el fin del proyecto: a la Lic. Karina Zambrano, psicóloga del Centro de Justicia, quien nos lo propuso y siempre estuvo al pie del cañón impulsándonos con paciencia y afecto durante el camino.
Pero por supuesto que nuestra revista no podía haber sido realizada sin la aprobación y el apoyo del Fiscal General del Estado, Víctor Carrancá Bourget, quien a través de su equipo de Comunicación Social nos otorgó todas las facilidades para su elaboración y quien nos recibió con gran amabilidad y disposición para realizarle una entrevista muy interesante que por supuesto se incluye.
De manera especial, quiero agradecer a Don Armando Prida Huerta, quien con gusto aceptó patrocinar nuestro proyecto y siempre ha estado dispuesto a colaborar con las causas sociales del Centro de Justicia. Sin su apoyo, no lo habríamos podido concretar.
Ninguna clase de violencia debe ser permitida y está en manos de todos que nuestra sociedad avance hacia una cultura en la que todos sin distinción, podamos vivir ejerciendo nuestro derecho a ser tratados de manera digna desde que nacemos hasta que morimos. No es tarea fácil, pero poniendo cada uno su granito de arena, es posible.
Nos leemos el próximo domingo.
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