El representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en México, Mark Manly, destacó la respuesta de la sociedad y el apoyo por parte de las autoridades mexicanas a las personas que han solicitado refugio en el país.
Al participar en la firma del Convenio entre la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo y la oficina de Acnur, para promover la inclusión socio-laboral de solicitantes de la condición de refugiados, afirmó que en los dos últimos años ha aumentado el número de solicitudes de asilo, principalmente de personas y familias provenientes de El Salvador, Honduras, Guatemala y Venezuela.
Resaltó que afortunadamente estas personas han encontrado respuesta por parte de la sociedad, además de apoyo por parte de las autoridades de la Ciudad de México y las federales.
Mark Manly recordó que estas personas requieren de mucha solidaridad y comentó que la Ciudad de México recibe a personas que son víctimas de la persecución política en su país y con ese apoyo han logrado reconstruir su familia y su casa.
Expuso que la mayoría de estas personas ingresan a territorio mexicano por Tapachula, Tabasco y Tenosique, y posteriormente se trasladas a la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias.
Indicó que muchos de los refugiados ya no podrán regresar a sus países de origen por mucho tiempo y por eso se pensó en integrarlos a la vida productiva del país. «Afortunadamente hemos visto un marco jurídico favorable para ellos en la Ciudad de México, como a nivel nacional, para obtener la permanencia».
En este marco, expuso que 68 por ciento de los refugiados en la capital del país trabajan, 89.5 por ciento de los que laboran no tienen un contrato por escrito, 60 por ciento de ellos ganan más de un salario mínimo y 22 por ciento tienen un empleo de oficinista o técnico.
Además, solicitó a las autoridades incluirlos en los programas sociales con el objetivo de abatir su pobreza e impulsar su desarrollo.