Michael Porter profesor en la Escuela de Negocios de Harvard y reconocido a nivel mundial como la principal autoridad en materia de competitividad y estrategia empresarial, ve la creación de valor compartido como un camino que tienen las empresas para impactar en el crecimiento que traiga beneficios económicos, ambientales y sociales.
¿Qué significa la creación de valor social? la creación de valor tiene que ver con el cumplimiento de objetivos económicos-financieros (rentabilidad y liquidez entre otros). Sin embargo, cuando hablamos de creación de valor compartido estamos ante una forma de crear valor para la sociedad abordando sus problemas y necesidades. Por tanto, valor compartido no quiere decir asistencialismo, filantropía, responsabilidad social o incluso sustentabilidad.
¿Cómo puede un emprendedor crear valor social? Definiendo la intencionalidad de su producto y/o servicio; es decir partir de la premisa que el ser humano hace las cosas en tres niveles: por conveniencia, por convencimiento y por convicción. Una vez que se tengan claros todos los “para qué” del producto y/o servicio comenzaríamos a visualizar la intención, partiendo que no tiene que ver con la misión de la empresa.
Para poder descifrar la intencionalidad, entonces, es necesario medir el impacto que tiene en la sociedad, es decir, un tema de desempeño, donde se plantea una hipótesis, una tesis de impacto, se ejecuta un modelo de validación y se mide. Para ello es importante tener claro algunos componentes:
- Beneficiario: Definir el insumo principal tal como lo hace cualquier organización, para ello es recomendable tener en cuenta características geográficas, actitudinales, sociales, etc.
- Propuesta de valor: Es resolver la pregunta ¿qué le ofreces? Aquello que obtiene el beneficiario orientado a modificar su conducta actual de manera intencional.
- La intencionalidad: Resuelve el ¿cómo? no solamente son las intenciones con las que diseñas un producto y/o servicio, sino la forma en que se hacen “accionables” y “medibles” los resultados que se quieren lograr.
En resumen, entendiendo una problemática social el emprendedor debe tener clarificado la intencionalidad del producto y/o servicio que ofrece para resolverla, considerando al grupo social (beneficiario) y midiendo el impacto (cambio).
Nora Barba Evia
Coordinadora de la Incubadora Social