Un abogado de la propietaria de la casa natal de Adolfo Hitler disputa el derecho del gobierno a confiscar el inmueble, argumentando ante la corte suprema austríaca que las autoridades utilizan la medida “como un garrote” porque su clienta rechazó ofertas de compra a precios demasiado bajos.
El recurso es en respuesta a un proyecto del gobierno de apoderarse de la casa después que la propietaria Gerlinde Pommer se negó a venderla.
Hitler nació en 1889 en la casa en Braunau am Inn, una población cerca de la frontera con Alemania. El gobierno quiere remodelar la fachada para reducir su atractivo como santuario para los admiradores del dictador nazi y ofrecerla a una agencia que realiza talleres para personas con discapacidad.
Antes de la primera audiencia en la Corte Constitucional, el abogado Gerhard Lebitsch cuestionó la medida del gobierno después de tanto tiempo de finalizada la Segunda Guerra Mundial, señalando que “hubieran podido neutralizar el lugar hace 40 o 50 años”.
Si bien no se reveló el precio ofrecido por el estado, Lebitsch insinuó que era demasiado bajo y la oferta era “renuente”.
Los voceros del gobierno ante la corte alegaron que el estado decidió confiscarla porque la dueña se negó a hacer las alteraciones necesarias para los talleres. También dijeron que se aplicaron aumentos injustificados de la renta.