Donald Trump se atribuye la idea de construir un muro en la frontera con México con paneles solares. Pero en realidad es una idea prestada: otros plantearon la posibilidad de erigir un muro solar cuando el presidente estadounidense todavía se mostraba escéptico sobre el aprovechamiento de la energía solar.
La mención de los paneles solares fue apenas una de las afirmaciones erróneas que hizo Trump en un discurso pronunciado en Iowa el miércoles por la noche, muchas de ellas en torno al tema de la inmigración.
Hizo afirmaciones que no pueden ser corroboradas sobre la pandilla Mara Salvatrucha y exageró las reducción que hubo en la cantidad de inmigrantes que ingresan al país ilegalmente desde que asumió la presidencia. Declaró que “llegó el momento” de declarar una moratoria a los beneficios para inmigrantes, que en realidad rige desde hace dos décadas. Exageró enormemente la carga que representan los impuestos para la ciudadanía y habló de la forma en que se ha beneficiado la economía por medidas que todavía no tomó.
“Estamos pensando que el muro que vamos a construir será un muro solar, que genere energía y se pague solo. Así, México tendrá que pagar mucho menos dinero”, afirmó el mandatario, a pesar de que México ha dicho que no pagará por el muro. “Muy buena imaginación, ¿cierto?”, agregó Trump, pare rematar diciendo: “Mi idea”.
Su idea, sin embargo, fue aprovechar la idea de otros.
La propuesta de usar paneles solares en el muro fronterizo fue analizada en un artículo de opinión del Wall Street Journal en marzo. Vasilis Frhenakis, director del Centro para el Análisis del Ciclo de la Vida de la Columbia University, y Ken Zweibel, ex director del Instituto Solar de la George Washington University, llegaron a la conclusión de que era algo “viable no solo desde el punto de vista técnico y económico”, sino que “podría ser más práctico que un muro tradicional”.
Dijeron que un muro solar de 3.200 kilómetros (2.000 millas) costaría menos de mil millones de dólares, comparado con los varios miles de millones que costaría un muro tradicional, y probablemente sería algo “extraordinariamente rentable”. Los autores del estudio analizaban una idea lanzada por el poeta y defensor del medio ambiente mexicano Homero Aridjis y por James Ramey en el portal World Post en diciembre.
La posibilidad de instalar paneles solares fue mencionada asimismo por una de las empresas que se presentaron a licitación para construir el muro. La firma Gleason Partners de Las Vegas planteó cubrir algunas de las secciones del muro con paneles solares y dijo que la venta de la electricidad generada por esos paneles podría cubrir los costos de la obra.
Durante la campaña electoral Trump dijo en numerosas ocasiones que la energía solar era “muy, muy cara” y que “no funciona tan bien”.
El mandatario, por otro lado, afirmó que “llegó la hora de fijar nuevas normas a la inmigración que digan que quienes quieren ser admitidos en nuestro país deben estar en condiciones de mantenerse a sí mismo y no usar el sistema de beneficios sociales por un período de al menos cinco años. Esa legislación entrará en vigor a muy corto plazo”.
Ignoró el hecho de que en 1996 se aprobó una ley que básicamente dice lo mismo. Prohíbe a todo extranjero que ingresa al país con visa de inmigrante apelar a beneficios como el Seguro Social y cupones alimenticios por los primeros cinco años. Quienes están en el país sin autorización no tienen acceso a esos beneficios, lo mismo que los extranjeros sin visa de inmigrante.
Trump declaró además que los miembros de la MS-13 “hacen cosas que nadie puede creer, son verdaderos animales” y que “los estamos sacando del país de a miles, de a miles”.
Sin embargo, no hay pruebas que sustenten esas afirmaciones. En las últimas semanas fueron detenidos cientos de presuntos miembros de la MS-13 y muchos de ellos fueron identificados como inmigrantes, pero no está claro si fueron deportados. Un pandillero que es ciudadano estadounidense no puede ser deportado. La pandilla surgió en Los Ángeles hace varias décadas y se ha expandido.
Si bien los arrestos de inmigrantes sin permiso de residencia han aumentado en los últimos meses, las deportaciones han disminuido ligeramente, según las estadísticas oficiales más recientes.
El presidente, por otra parte, dijo que desde que fue elegido, “los cruces ilegales de la frontera –y esto es sin el muro– se redujeron en más del 75%, un logro histórico, sin precedentes”.
De nuevo, eso es una exageración, según cifras del gobierno. En los primeros cuatro meses de su gobierno los ingresos ilegales disminuyeron un 59%, lo que es una cifra estimable, pero significativamente por debajo del 75%.
Más de 56.600 personas fueron detenidas cruzando la frontera con México ilegalmente entre febrero y mayo, comparado con 137.800 en el mismo período del año pasado, cuando Barack Obama era presidente.
Trump afirmó igualmente que su gobierno impulsa “la reducción de impuestos más grande de la historia” del país y sostuvo que Estados Unidos “es el país que más impuestos paga en el mundo”.
Eso no es cierto. Estados Unidos es uno de los 32 países desarrollados o con economías de mercado emergentes que paga menos impuestos, de acuerdo con la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica.
Los impuestos representaron el 26,4% de la economía estadounidense en el 2015, según la ODCE, comparado con el 46,5% en Dinamarca, el 32,5% en Gran Bretaña y el 36,9% en Alemania. Solo cuatro países de esa lista de la ODCE tienen impuestos más bajos que los de Estados Unidos: Corea del Sur, Irlanda, Chile y México.