Durante el largo recorrido, al que acudieron más de 500 mil personas, según cifras del comité organizador, fueron observadas, admiradas, aplaudidas, fotografiadas y hasta “piropeadas” por uno que otro asistente, como si se tratara de alguna celebridad.
Con paso firme avanzaron por avenida Juárez y Eje Central para incorporarse a Cinco de Mayo, una arteria elegante y vivaz que hizo juego con su vestimenta colorida, hasta llegar al Zócalo capitalino. Del asfalto hicieron una pasarela, sonreían y caminaron al ritmo de los tambores.
Mitzary Toledo, de 21 años de edad, lucía un traje negro de terciopelo que contrastaba con las flores de colores bordadas, el huipil o resplandor sobre su cabeza y un olán blanco que apenas dejaba al descubierto sus zapatillas plateadas.
El traje de tehuana es el más representativo del Istmo de Tehuantepec y corresponde a las mujeres de la etnia zapoteca. “Es un orgullo portar algo de mis raíces, de mi cultura y tradición”, enfatizó la joven muxe, quien acudió por primera vez para exigir tolerancia e igualdad.
Mientras tanto, Naomy Méndez cautivó con un vestido istmeño pintado a mano y en color azul. Era similar al de una novia, con unos alcatraces grandes y flores bordadas a la altura de las piernas y en la cola de la prenda.
Así marcharon, sin separarse una de la otra y con la bandera del arcoíris muy en alto. Lo hicieron en representación de aquellas muxes que no pudieron asistir a la fiesta de la diversidad que, a pesar de muchas conquistas alcanzadas, el camino es aún largo para el movimiento Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Travesti, Transexual e Intersexual (LGBTTTI).
Méndez Romero considera que si bien el colectivo ha ganado derechos, aún hace falta mucho trabajo para reducir los actos de discriminación y la homofobia que sufre ese sector de la población, sobre todo en provincia.
«Mientras visible somos, mayor es la homofobia”, acentúa la joven de 25 años de edad, al exponer que ella padece de discriminación en la universidad por carecer del documento (acta de nacimiento) que le acredite su cambio de identidad de género.
“Conmigo ocurre cuando pasan la lista de asistencia y pronuncian mi nombre de nacimiento. Para mí es algo incómodo y, al hacer un cambio de identidad, me sentiría más a gusto”, menciona.
Comenta que de momento hizo una pausa en sus estudios de ingeniería industrial, pues -argumenta- busca la manera de dar solución a ese problema y, con ello, ayudar a otras de sus compañeras que lo padecen.
«Deberíamos acércanos a las personas, sensibilizarlas y decirles que también somos seres humanos y tenemos corazón, y decirles que queremos igualdad”, insiste la promotora de derechos humanos.
Ambas tienen mucho en común y, como parte de las conmemoraciones del Día Internacional del Orgullo LGBTI, Naomy le pasará este viernes la estafeta a Mitzary, quien será coronada como reina muxe durante la marcha que se realizará en la ciudad de Oaxaca.
La nueva reina tendrá las encomiendas de seguir en pie de lucha por los derechos de la comunidad istmeña, apoyarla para preservar su cultura, costumbres, tradiciones y bordados y guiar a las nuevas generaciones, pues son parte de la estructura social.