Los comensales de doña Lore probaron un menú distinto: un chef vino desde Francia hasta Tacubaya invitado por la organización internacional Red Juvenil Viral, dedicada a la promoción de mexicanos emprendedores.

A unas cuadras del comedor están las populosas estaciones Tacubaya de las líneas 1 y 9 del Metro, con paraderos laberínticos de camiones y repletos de comercio ambulante.

A contra calle está el mercado público Becerra y junto, en la misma calle Río Becerra, se encuentra la vecindad conocida como Ciudad Perdida, a la que los comensales llaman la CP.

Las peleas entre pandillas, muerte, drogas, violencia, deserción escolar y problemas legales son comunes en la CP, según comentan los comensales, también aseguran que la mayoría de las niñas y niños que atiende el comedor provienen de ahí.

El comedor ofrece una alternativa a todo eso. «Atendemos diariamente a 200 personas, sobre todo gente de la tercera edad que se queda a platicar y hace amistad, tambien niños y adolescentes», aseguró Lorena Platas, «doña Lore», administradora del comedor inscrito desde hace 10 años al programa de la Secretaría de Desarrollo Social local; también es representante vecinal.

Doña Lore relata que comenzó su labor altruista regalando juguetes el Día de Reyes a los niños de la zona. “Conozco a niños de varias generaciones, unos ya son jóvenes de bien, otros ya han pisado el reclusorio; hay muchos jóvenes en riesgo”.

Isaac estudia la primaria, Francisco la secundaria, el otro Francisco la preparatoria, dicen que son hermanos y consideran a doña Lore su madrina. Los tres son de la Ciudad Perdida.

“Podemos jugar divertidos en los cursos de verano, hacemos rap y taekwondo, aprendemos a cantar, escribir canciones y dar patadas”, cuenta el menor de los franciscos.

El recuerdo más vívido que tienen es de hace dos años, cuando protestaron frente a la delegación Miguel Hidalgo por recuperar un centro deportivo. “Nos agarramos contra los granaderos”, comenta el más grande de los franciscos mientras muestran una foto enmarcada en la que se ve a doña Lore y otros vecinos rodeados por granaderos. «Logramos recuperar el deportivo y ahora lo están remodelado», cuenta Francisco chico.

¿Cuál comida les gusta más, la del comedor o la del chef?

“Está mejor la comida del chef, dice francisco grande. Bueno, las dos -corrige-, es que nosotros no comemos nada de Francia”.

«Esa comida, ¿ves?, no está el alcance de todo el mundo», dice doña Lore. «No estamos familiarizados con los ingredientes pero es bueno que se puedan familiarizar con algo distinto”

“Los de Sedesol nos dieron unos cursos para guisar con verdura, pero a la agente no le gusta mucho», asegura. La gente quiere algo grasoso pero procuramos cambiarles el hábito, agrega.

Cociné un gazpacho de fresa y sandía con un toque de coco, un taco con decoración, hecho con lomo de atún asado en forma tataki (cocido por fuera crudo por dentro) y tortilla verde, explica el chef Luis Rendón, mexicano reconocido en París por el Café Chilango, el restaurante Los Güeros y la tortillería Mil Amores en el céntrico distrito 11 de París, donde también se encuentra la célebre sala de conciertos Bataclan.

“Son recetas tradicionales con giro original, todos los ingredientes base son de fácil acceso, la forma en prepararlos es lo diferente y más divertido”, detalló.

Confiesa que no le había pasado por la cabeza cocinar en esta zona de Tacubaya, pero se lleva una muy buena experiencia, “con lo que me quedo es con la unidad que hay aquí, la gente se quiere y se apoya. Ojalá muchos se interesen en la cocina y hagan una carrera de chef”.

Eunice Rendón, presidenta de Red Viral e Inovation Match, explicó a su vez que llevan varios meses trabajando en el comedor con varias actividades enfocadas la prevención del riesgo y delito, así como resiliencia, a través del deporte, el arte y la cultura.

Entre sus proyectos está mejorar la fachada de la casa que alberga el comedor e intervenciones en el interior, es decir arte y murales. “En unos meses vas a ver cómo quedará”.