Los alcaldes de la zona del triángulo rojo están que no caben de nervios.

Y es que a partir de la detención del presidente municipal de Pablo Morales, los demás de la zona pusieron sus barbas a remojar.

Saben que la autoridad estatal está investigando los nexos de los capos dedicados a la venta de combustible robado.

También conocen que las investigaciones empiezan con los policías municipales que pueden estar involucrados y sube en la línea de mando pasando por regidores, directores de seguridad pública y hasta llegar al alcalde.

Debe saber estimado lector que son varios los alcaldes que están siendo investigados, y no necesariamente tiene que ver con su perfil político o filiación partidista.

Se trata además, de una investigación conjunta entre las autoridades ministeriales estatales y federales.

Es así que en breve estaremos conociendo de más pesquisas que se traducirán en que le echen el guante a uno que otro funcionario municipal.

Esto lo saben los presidentes municipales, quienes no saben qué más hacer.

“Nos sentimos acosados”, me confió uno de ellos.

Pero lo peor es que saben que algo han tenido que ver con el crecimiento del delito de robo de combustible.

Y lo saben porque para nadie es un secreto que la ordeña de los ductos de Pemex se da con la complacencia de las autoridades auxiliares o municipales, pues de otra manera no podrían haber crecido tanto.

Los presidentes no tienen mucho hacia donde hacerse. Está claro. Quienes más deben, menos aparecen en actividades públicas y andan como que negando a sus amigos huachicoleros.

Ya verán.

Gracias y nos leemos el lunes.

@erickbecerra1