Miles de opositores votaban en una consulta simbólica a la que convocó la alianza opositora para retar al gobierno y boicotear el plan del presidente Nicolás Maduro de reescribir la Constitución.
Durante la jornada, una enfermera falleció y otras cuatro mujeres resultaron heridas de gravedad durante un incidente violento que se registró en el oeste de la capital, cuando hombres armados dispararon en las cercanías de un centro de votación opositor.
En coincidencia con la consulta opositora, el Consejo Nacional Electoral _que controla el oficialismo_ y el gobierno convocaron a un simulacro de votación de los miembros de la Asamblea Constituyente en algunos centros electorales del país que tuvieron este domingo una asistencia masiva.
Maduro manifestó su satisfacción por el simulacro de votación y dijo, durante una llamada telefónica que realizó en medio de una conferencia de prensa de dirigentes oficialistas, que la “batalla verdadera” será la elección de los 545 constituyentes que se realizará el 30 de julio.
El gobernante hizo un llamado a la oposición a que “iniciemos un nuevo ciclo de diálogo”. El gobierno y la oposición iniciaron en octubre pasado un proceso de diálogo que se estancó a inicios de año, tras mutuas denuncias de las partes por incumplimientos de los acuerdos.
Al grito de «viva Venezuela», miles de personas _algunas portando banderas venezolanas y gorras tricolores_ se aglomeraron al amanecer en iglesias, centros deportivos, plazas y calles de la capital, que fueron habilitadas como centros electorales para la votación, que se inició a las 7 de la mañana y se extenderá durante al menos ocho horas.
Para la consulta, la coalición opositora habilitó en la capital y los restantes 23 estados unos 2 mil centros de votación, denominados «puntos soberanos».
La Fiscalía General confirmó que durante una situación irregular que se registró frente a la iglesia Nuestra Señora del Carmen en la barriada pobre de Catia, donde operaba un centro de votación opositor, fue herida mortalmente la enfermera Xiomara Scott, de 61 años, y otras cuatro mujeres resultaron lesionadas por un “grupo de motorizados armados” que dispararon hacia una concentración.
El alcalde opositor del municipio capitalino de Sucre, Carlos Ocariz, solicitó a la Fiscalía General investigar el incidente de Catia donde aseguró que actuaron “grupos paramilitares”.
En Twitter se difundió un vídeo en el que se observa a un hombre disparando hacia la iglesia en Catia, donde estaba concentrado un grupo de personas.
El cardenal Jorge Urosa y más de 200 personas fueron retenidas por un tiempo dentro de la iglesia en Catia debido al asedio de grupos pro oficialistas conocidos como “colectivos”, indicó en su cuenta de Twitter la Conferencia Episcopal Venezolana.
Al lamentar el incidente, el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, emplazó al Ministerio Público a que investigue “con toda objetividad” los hechos, y a que “no se politicen a priori” ninguno de los elementos asociados con el proceso.
Horas antes del incidente, centenares de opositores se concentraron frente a la iglesia y al grito de “y va caer, y va caer, este gobierno va caer”, protestaron contra Maduro. En el lugar también se presentó un grupo de seguidores del gobierno, que intercambió insultos y empujones con los opositores. Decenas de policías y guardias nacionales, con equipos antimotines, acudieron al lugar para mantener separados a los bandos.
La oposición pronostica una asistencia masiva de electores para su consulta y es por ello que imprimieron unas 14 millones de boletas de votación.
La consulta se centrará en tres preguntas: sí rechazan o no la Asamblea Constituyente; sí aprueban o no la renovación de los poderes públicos y la conformación de un gobierno de unión nacional para restituir la constitución; y sí demandarán o no a la fuerza armada y a los funcionarios a obedecer y defender la carta magna y respaldar las acciones del Asamblea Nacional.
Con esta votación simbólica, la alianza de la Mesa de la Unidad Democrática busca boicotear y consolidar en cifras el rechazo contra el proceso constituyente, que según algunas de las principales encuestadoras locales es objetado por cerca del 85% de la población.
La oposición acusa a Maduro de promover la reforma de la constitución para perpetuarse en el poder, a pesar de un creciente descontento popular alentado por la crisis económica que golpea al país suramericano, y consolidar un esquema de control político y económico similar al modelo cubano.
El consultor político venezolano Edgar Gutiérrez afirmó que existe gran expectativa sobre el evento opositor y una eventual participación masiva, que podría superar los 7,7 millones de votantes que logró la oposición en los comicios legislativos de diciembre de 2015 que le dieron el control de la Asamblea Nacional.
Gutiérrez dijo a The Associated Press que de darse una votación masiva eso podría generar un fuerte impacto en el país y llevar algunos sectores aliados al gobierno como la fuerza armada a «repensar sus apoyos».