China está fortaleciendo aún más su frontera con Corea del Norte, según muestran nuevos informes, en medio de las continuas tensiones en la península y las preocupaciones sobre la posible acción militar estadounidense contra Pionyang.
La frontera entre Corea del Norte y China se extiende 1,415 kilómetros a través de la provincia china de Liaoning, un centro industrial y minero propenso a un smog muy denso e inviernos dolorosamente fríos.
La ciudad fronteriza de Dandong recibe a cientos de turistas que llegan a mirar embobados hacia Corea del Norte desde embarcaciones en el río Yalu, el cual separa a los dos países, o a través de binoculares en una sección de la Gran Muralla que sirve de mirador hacia la frontera internacional.
Por debajo de los turistas, los camiones que transportan mercancías chinas se dirigen rumbo a Corea del Norte, mientras que un pequeño número de compradores y comerciantes se dirige hacia la dirección opuesta
La interacción transfronteriza ha permanecido en gran medida constante incluso a medida que las relaciones entre Corea del Norte y su aliado principal han fluctuado en medio de crecientes pruebas nucleares y de misiles por parte de Pionyang y de denuncias provenientes de Pekín.
A pesar de los fuertes lazos entre China y Corea del Norte, porque se dice que la alianza entre los dos países fue “forjada en sangre” durante la Guerra de Corea, la región fronteriza está entre las más militarizadas de China y en los últimos meses, Pekín ha llevado a cabo ejercicios con fuego real y simulacros de ataque de helicópteros en la zona.
Según un informe publicado el mes pasado en el sitio web oficial del Ejército Popular de Liberación (PLA, por sus siglas en inglés), una “recién formada brigada de defensa fronteriza” está realizando patrullajes para recopilar información, evaluar la situación y delimitar con mayor precisión la frontera.
Otro informe dijo que el “área entera” ha sido colocada nuevamente bajo “vigilancia de video de 24 horas”, lo que incluye drones, autos patrulla y cámaras de alta tecnología.
La región fronteriza es altamente estratégica para China y ha registrado conflictos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, pero una de las principales preocupaciones de Pekín no son las fuerzas militares que atraviesan la frontera, sino los refugiados.