El Estadio Olímpico de Londres vio la última carrera de Bolt, que no pudo completar su recorrido debido a una lesión muscular, mientras Chijindu Ujah, Adam Gemili, Daniel Talbot y Nethaneel Mitchell-Blake festejaron con su afición la medalla de oro.
Bolt, quien había ganado el bronce en los 100 metros planos, quería irse en su adiós definitivo con el metal dorado. Tras recibir la posta de manos de Yohan Blake lucía en desventaja, pero era el último de su equipo e imprimió velocidad en busca de la remontada.
Con el corazón roto ?
Compañero y mejor amigo de Bolt habla devastado sobre la lesión de la leyenda ?
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— Sportscenter español (@SportsCenter_nt) 13 de agosto de 2017
Apenas había avanzado unos metros y sintió dolor en la pierna izquierda, problema muscular que, de manera desafortunada, puso fin a la brillante carrera de Bolt, quien no pudo ayudar a que su equipo (Omar Mcleod, Julian Forte y Blake) se fuera con alguna presea mundial.
Estados Unidos, con Mike Rodgers, Justin Gatlin, Jaylen Bacon y Christian Coleman, tenía ventaja en los últimos 100 metros y parecían enfilar a su equipo al primer sitio, pero Mitchell-Blake, en el último relevo, apretó en el cierre.
Mitchell-Blake completó la remontada para cruzar la línea de meta por delante de Coleman y así darles el oro a los británicos, con tiempo de 37.47 segundos, mientras los norteamericanos se quedaron con la plata y crono de 37.52.
La medalla de bronce fue para la cuarteta de Japón, integrada por Shuhei Tada, Shota Ilzuka, Yoshihide Kiryu y Kenji Fujimitsu, quienes cronometraron 38.04 segundos para completar el podio.
Así, con los británicos en plena celebración ante su gente, el considerado más grande velocista de todos los tiempos se despidió del atletismo de la forma menos pensada y esperada, para dar inicio a su leyenda.