Unos 7.000 fusiles que hasta hace poco cargaban las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y que fueron almacenados en 26 zonas de desarme por la ONU serán retirados este martes.
Los observadores de Naciones Unidas empezaron a retirar los depósitos blindados a fines de julio. El martes el último contenedor deberá salir de la zona de La Guajira, en el norte de Colombia.
Este mismo martes termina el plazo para que las FARC entreguen también al organismo internacional un listado con sus bienes, uno de los temas más polémicos de la transición de la guerrilla hacia un partido político a fines de este mes.
Algunas de las armas serán fundidas y convertidas en monumentos para conmemorar el final del conflicto armado más largo de América.
Los excombatientes de las FARC terminaron de entregar sus armas a la ONU a fines de junio. Desde entonces han estado almacenadas en esos contenedores que ahora salen de sus zonas de influencia.
Los rebeldes aceptaron dejar sus armas como parte de un acuerdo de paz alcanzado con el gobierno a fines del año pasado.