México, 20 Ago (Notimex).- Para el socio director de Salles Sainz Grant Thornton, firma de servicios de auditoría, impuestos y consultoría, Mauricio Brizuela, el robo de identidad puede tener un impacto permanente e incluso irreversible en personas y empresas.
Y es que las víctimas de robo de identidad pueden ver desaparecer su patrimonio de un día a otro y darse cuanta de que fueron despojados de su nómina o que deben créditos que nunca solicitaron, añadió.
El robo de información, advirtió Brizuela, puede ocurrir con el hurto del celular o la intrusión a la computadora y a la sustracción de lo que se le conoce como basura.
Por ejemplo, en aquellas invitaciones a eventos, estados de cuenta, cartas, tickets de compra que no destruimos y van a la basura, con tan solo esos datos, un intruso tendría en un lapso de tres meses un patrón de comportamiento, alimenticio y financiero de nosotros?.
Por ello, sugiere adoptar hábitos como la destrucción de documentos que contengan información confidencial sobre cuentas o identificadores personales, conservar aquellos importantes en una caja fuerte o usar domiciliación bancaria para las nóminas.
Datos de ESET revelan que 50 por ciento de empresas en 2016 fueron atacadas por algún programa cuya función es dañar un sistema, conocido como malware.
Entre estos tipos de virus se encuentra el ramsonware, el cual encripta la información de una computadora, por la cual piden rescate económico por regresarla a su estado normal; es el software más intrusivo de un ataque en forma masiva.
Hay varias condiciones que facilitan un ataque de este tipo, como no tener equipos actualizados, que la actualización no se realice por falta de políticas de seguridad o se haga con algún software pirata, además de la falta de respaldos, explicó Brizuela.
El especialista insistió en que es imprescindible que tanto los empresarios como las compañías se planteen preguntas que perecen sencillas, pero que son clave para la supervivencia y la seguridad de su patrimonio.
Entre ellas está identificar cuál es la información más importante, a quién la compartimos y con qué frecuencia la respaldamos, lo que dará una guía de qué tan preparados estamos contra un ciberataque.